Categoría: Decrecimiento

Decrecimiento

El decrecimiento no es opcional.

Un planeta limitado no provee de recursos ilimitados. Es una realidad física. Nuestro planeta cuenta con unas cantidades concretas de materiales que son las que limitan cualquier cosa que ocurra en él. La cantidad de petróleo, los minerales que utilizamos para fabricar nuestros dispositivos electrónicos. Incluso la superficie de tierra fértil capaz de producir alimentos. […]
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¿Es el decrecimiento una solución viable frente al colapso planetario? #EA26 #26O

Estamos ante evidencias perceptibles y científicas que demuestran que año tras año, día a día, caminamos hacia un abismo que cada vez se ve más cerca y una situación catastrófica que parece ser irreversible. El planeta cada vez nos manda señales más claras de que estamos frente a un colapso en todas las esferas, desde … More ¿Es el decrecimiento una solución viable frente al colapso planetario? #EA26 #26O
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Ciudades que se encogen

Fuente: Ping Mag

En la reciente publicación de la ONU a través de su programa Habitat titulada "El estado de las ciudades del mundo 2012/2013" se incluye una lista de las ciudades de más rápido crecimiento; esas que ayer eran pueblos y en breve serán gigantes monstruos urbanos. Como era de esperarse dentro de la lista de las 30 ciudades que más población atraen año con año 22 se localizan en China.

Hay ciudades como Puning que tiene un pronóstico de crecimiento para el periodo 1990 - 2025 de 1551% o Shenzhen que en tan solo 35 años pasará de poco menos de un millón de habitantes a once millones.

Pero no todo es crecimiento; hay otro lado del mundo donde ni las ciudades ni las personas se reproducen como el monstruo asiático y ahí encontramos a las urbes que hoy integran la lista de las ciudades que más rápidamente se encogen.

Si analizamos las 30 ciudades que decrecen año con año encontraremos que prácticamente todas ellas son occidentales y en su mayoría europeas aunque cabe mencionar que por ahí en esa lista aparece Seúl que será motivo de un análisis independiente y posterior en este mismo blog. Hoy los países con más ciudades dentro de la lista son Italia, Rusia y Ucrania.


Ucrania, del que en Latinoamérica poco sabemos, encabeza la lista y aparece además en los lugares tres y cuatro; en segundo lugar se encuentra Budapest, Hungría. Dnipropetrovsk la tercer urbe más grande de Ucrania es la que más rápidamente se encoge hoy en el mundo.

Dnipropetrovsk por Wiki Travel
Dnipropetrovsk tenía 1.162.000 habitantes en 1990, hoy tiene un millón y en 2025 se espera que tenga 967.000 (o menos si entra al juego de la Comunidad Europea). Donetsk y Zaporizh Zhya son la tercera y cuarta ciudades que más rápido decrecen en el mundo a tasas de alrededor del -14% anual, ambas en Ucrania. 

Ucrania es el segundo país más grande de Europa (después de Rusia), en 1990 cuando inició como un país independiente de la URSS tenía 51 millones de habitantes, hoy está habitado por 46 millones de personas y enfrenta una grave crisis demográfica, tiene la tasa de decrecimiento poblacional más rápida del mundo.

Por cada 11 habitantes que nacen en el país, mueren 16; políticos radicales han pensado incluso en prohibir el aborto y penalizar parejas sin hijos pero el problema va más allá de favorecer los nacimientos. Increíblemente, los Ucranianos mueren jóvenes y por causas prevenibles como el tabaquismo y alcoholismo.

El sistema de salud Ucraniano es insuficiente, anticuado y reactivo; no existe la medicina preventiva y hoy 50% de la población adulta sufre de alguna enfermedad crónica, 36% son fumadores y 20% de la población bebe más de cinco copas al día al menos una vez al mes.

Dnipropetrovsk es el principal centro aeronáutico del país, además es un reconocido polo industrial destacando la producción metalúrgica, de maquinaria y de armamamento. No hay un problema de desempleo en la ciudad; de hecho, no lo hay en Ucrania gracias a recientes políticas sociales; hoy el país aventaja a 19 estados de la Unión Europea en empleo juvenil siendo superado sólo por Suecia y Estonia. Sin embargo, los Ucranianos no viven del todo bien; la vida es barata pero el sistema de salud deficiente y los salarios bajos; el país arrastra aún la herencia de haber sido una región de aldeas agrícolas y de pueblos de obreros en la época de la gran Unión Soviética. No olvidemos también que arrastra el dolor de Chernóbil y la devastación que este accidente significó así como el surgimiento de su primera ciudad fantasma: Pripyat.

En el artículo "¿Por qué los ucranianos se marchan al extranjero?" publicado en Global Voices afirman que el 14% de la población se va del país: "Durante años, cientos de miles de ucranianos han sido una fuente de mano de obra barata en el extranjero, alimentando a sus familias en casa — y, hasta cierto punto, alimentando la economía de Ucrania — con sus transferencias de dinero. Los trabajadores emigrantes, conocidos como ‘zarobitchany’ en ucraniano, constituyen la mayor parte de la comunidad de expatriados de Ucrania".

La actual inestabilidad económica, política y social; la disyuntiva en la que se encuentra hoy el país; su caduco sistema de salud y sus hábitos poco saludables pueden llevar a que en 100 años ciudades como las mencionadas sean sólo un recuerdo. 

¿Qué será entonces de sus edificios, calles, espacios? No queremos que las ciudades crezcan como lo hacen en China, las urbes inmensas son indeseables pero tampoco es deseable tener ciudades fantasma. Ciudades que cada día sufren más para mantenerse con la baja recaudación que tienen; ciudades con una población deprimida más propensa a delinquir; ciudades con el tejido social agujereado, ciudades en las que a nadie le apetece vivir, ciudades olvidadas, aburridas, desoladas, insostenibles.

Los seres humanos nos hemos vuelto expertos en construir y destruir masivamente pero honestamente parece que no tenemos idea de cómo desbaratar a paso lento.




Decrecimiento

Ciudades que se encogen

Fuente: Ping Mag

En la reciente publicación de la ONU a través de su programa Habitat titulada "El estado de las ciudades del mundo 2012/2013" se incluye una lista de las ciudades de más rápido crecimiento; esas que ayer eran pueblos y en breve serán gigantes monstruos urbanos. Como era de esperarse dentro de la lista de las 30 ciudades que más población atraen año con año 22 se localizan en China.

Hay ciudades como Puning que tiene un pronóstico de crecimiento para el periodo 1990 - 2025 de 1551% o Shenzhen que en tan solo 35 años pasará de poco menos de un millón de habitantes a once millones.

Pero no todo es crecimiento; hay otro lado del mundo donde ni las ciudades ni las personas se reproducen como el monstruo asiático y ahí encontramos a las urbes que hoy integran la lista de las ciudades que más rápidamente se encogen.

Si analizamos las 30 ciudades que decrecen año con año encontraremos que prácticamente todas ellas son occidentales y en su mayoría europeas aunque cabe mencionar que por ahí en esa lista aparece Seúl que será motivo de un análisis independiente y posterior en este mismo blog. Hoy los países con más ciudades dentro de la lista son Italia, Rusia y Ucrania.


Ucrania, del que en Latinoamérica poco sabemos, encabeza la lista y aparece además en los lugares tres y cuatro; en segundo lugar se encuentra Budapest, Hungría. Dnipropetrovsk la tercer urbe más grande de Ucrania es la que más rápidamente se encoge hoy en el mundo.

Dnipropetrovsk por Wiki Travel
Dnipropetrovsk tenía 1.162.000 habitantes en 1990, hoy tiene un millón y en 2025 se espera que tenga 967.000 (o menos si entra al juego de la Comunidad Europea). Donetsk y Zaporizh Zhya son la tercera y cuarta ciudades que más rápido decrecen en el mundo a tasas de alrededor del -14% anual, ambas en Ucrania. 

Ucrania es el segundo país más grande de Europa (después de Rusia), en 1990 cuando inició como un país independiente de la URSS tenía 51 millones de habitantes, hoy está habitado por 46 millones de personas y enfrenta una grave crisis demográfica, tiene la tasa de decrecimiento poblacional más rápida del mundo.

Por cada 11 habitantes que nacen en el país, mueren 16; políticos radicales han pensado incluso en prohibir el aborto y penalizar parejas sin hijos pero el problema va más allá de favorecer los nacimientos. Increíblemente, los Ucranianos mueren jóvenes y por causas prevenibles como el tabaquismo y alcoholismo.

El sistema de salud Ucraniano es insuficiente, anticuado y reactivo; no existe la medicina preventiva y hoy 50% de la población adulta sufre de alguna enfermedad crónica, 36% son fumadores y 20% de la población bebe más de cinco copas al día al menos una vez al mes.

Dnipropetrovsk es el principal centro aeronáutico del país, además es un reconocido polo industrial destacando la producción metalúrgica, de maquinaria y de armamamento. No hay un problema de desempleo en la ciudad; de hecho, no lo hay en Ucrania gracias a recientes políticas sociales; hoy el país aventaja a 19 estados de la Unión Europea en empleo juvenil siendo superado sólo por Suecia y Estonia. Sin embargo, los Ucranianos no viven del todo bien; la vida es barata pero el sistema de salud deficiente y los salarios bajos; el país arrastra aún la herencia de haber sido una región de aldeas agrícolas y de pueblos de obreros en la época de la gran Unión Soviética. No olvidemos también que arrastra el dolor de Chernóbil y la devastación que este accidente significó así como el surgimiento de su primera ciudad fantasma: Pripyat.

En el artículo "¿Por qué los ucranianos se marchan al extranjero?" publicado en Global Voices afirman que el 14% de la población se va del país: "Durante años, cientos de miles de ucranianos han sido una fuente de mano de obra barata en el extranjero, alimentando a sus familias en casa — y, hasta cierto punto, alimentando la economía de Ucrania — con sus transferencias de dinero. Los trabajadores emigrantes, conocidos como ‘zarobitchany’ en ucraniano, constituyen la mayor parte de la comunidad de expatriados de Ucrania".

La actual inestabilidad económica, política y social; la disyuntiva en la que se encuentra hoy el país; su caduco sistema de salud y sus hábitos poco saludables pueden llevar a que en 100 años ciudades como las mencionadas sean sólo un recuerdo. 

¿Qué será entonces de sus edificios, calles, espacios? No queremos que las ciudades crezcan como lo hacen en China, las urbes inmensas son indeseables pero tampoco es deseable tener ciudades fantasma. Ciudades que cada día sufren más para mantenerse con la baja recaudación que tienen; ciudades con una población deprimida más propensa a delinquir; ciudades con el tejido social agujereado, ciudades en las que a nadie le apetece vivir, ciudades olvidadas, aburridas, desoladas, insostenibles.

Los seres humanos nos hemos vuelto expertos en construir y destruir masivamente pero honestamente parece que no tenemos idea de cómo desbaratar a paso lento.




consumo responsableDecrecimiento

Patente de corte

Me sorprendo hoy al ver un anuncio en televisión de un queso previamente cortado al que denominan “el original”. Esta táctica de remarcar la originalidad o la autenticidad de los productos es muy común en estos tiempos en que todo se imita y la idea de una empresa pronto es copiada por los rivales. Entonces, al pionero solo le queda recurrir a su condición de ser quien ideó la innovación. Afortunadamente, el consumidor responsable está alerta de esta y otras estrategias de venta.



Lo que me sorprende de este caso es que se presume de ser el primero en cortar un trozo de queso. Reflexionemos. Entiendo cuando Volkswagen registró la denominación TDI para sus motores turbodiésel de inyección, impidiendo que otras marcas la usaran. En su alegato, ser los inventores de esta novedad que supuso un punto de inflexión en la historia de los motores de combustión interna. Estamos hablando de toda una revolución automovilística de la que pueden seguir presumiendo décadas después.

Pero esta vez el reclamo es sobre cortar un trozo de queso, algo que hacemos todos los que compramos trozos de queso cuando llegamos a casa. La actividad consiste en coger un cuchillo y cortar pedazos al gusto para poder comerlo. No conozco a nadie que lo comiera a bocados hasta la llegada del queso previamente cortado a las tiendas, aunque no dudo que pueda existir.

Entiendo la innovación, puede parecer una idea evidente pero ellos fueron los primeros en vender un queso cortado y listo para consumir y a nadie antes se le había ocurrido. Pueden estar tan orgullosos como el primero que comercializó un bote de pepinillos en rodajas o un paquete de pan sin corteza. Sus ideas ahorraron al consumidor entre uno y tres minutos que pudiera invertir en cortar esos alimentos antes de ingerirlos, además de evitar que se ensuciara un cuchillo de más.

Lo que no concibo es que el consumidor responsable caiga en estas trampas del marketing y pague más por un producto que, en esencia, es el mismo de antes, pero se encarece por ahorrarnos sesenta segundos. De hecho, no es del todo igual porque, para más inri, parece que pierde sabor si lo adquirimos ya cortado.

Si compramos un pan de molde con corteza y se la quitamos en el momento de preparar el sándwich, nos podemos ahorrar unos céntimos. Igual si compramos enteros los pepinillos, la cuña de queso o los champiñones. Puede parecer una cantidad irrelevante pero el consumidor responsable sabe que céntimo a céntimo se consigue el gran ahorro.

Eso sí, recordad que este método de cortar en casa los productos para no pagar de más innecesariamente no es extrapolable a todos los campos. No os recomiendo comprar una barra entera de chóped o el costillar de una vaca porque podéis tener problemas para trocearlos en casa si no disponéis del material ni los conocimientos adecuados. Hay trabajos que es mejor dejárselos a los profesionales.
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Patente de corte

Me sorprendo hoy al ver un anuncio en televisión de un queso previamente cortado al que denominan “el original”. Esta táctica de remarcar la originalidad o la autenticidad de los productos es muy común en estos tiempos en que todo se imita y la idea de una empresa pronto es copiada por los rivales. Entonces, al pionero solo le queda recurrir a su condición de ser quien ideó la innovación. Afortunadamente, el consumidor responsable está alerta de esta y otras estrategias de venta.



Lo que me sorprende de este caso es que se presume de ser el primero en cortar un trozo de queso. Reflexionemos. Entiendo cuando Volkswagen registró la denominación TDI para sus motores turbodiésel de inyección, impidiendo que otras marcas la usaran. En su alegato, ser los inventores de esta novedad que supuso un punto de inflexión en la historia de los motores de combustión interna. Estamos hablando de toda una revolución automovilística de la que pueden seguir presumiendo décadas después.

Pero esta vez el reclamo es sobre cortar un trozo de queso, algo que hacemos todos los que compramos trozos de queso cuando llegamos a casa. La actividad consiste en coger un cuchillo y cortar pedazos al gusto para poder comerlo. No conozco a nadie que lo comiera a bocados hasta la llegada del queso previamente cortado a las tiendas, aunque no dudo que pueda existir.

Entiendo la innovación, puede parecer una idea evidente pero ellos fueron los primeros en vender un queso cortado y listo para consumir y a nadie antes se le había ocurrido. Pueden estar tan orgullosos como el primero que comercializó un bote de pepinillos en rodajas o un paquete de pan sin corteza. Sus ideas ahorraron al consumidor entre uno y tres minutos que pudiera invertir en cortar esos alimentos antes de ingerirlos, además de evitar que se ensuciara un cuchillo de más.

Lo que no concibo es que el consumidor responsable caiga en estas trampas del marketing y pague más por un producto que, en esencia, es el mismo de antes, pero se encarece por ahorrarnos sesenta segundos. De hecho, no es del todo igual porque, para más inri, parece que pierde sabor si lo adquirimos ya cortado.

Si compramos un pan de molde con corteza y se la quitamos en el momento de preparar el sándwich, nos podemos ahorrar unos céntimos. Igual si compramos enteros los pepinillos, la cuña de queso o los champiñones. Puede parecer una cantidad irrelevante pero el consumidor responsable sabe que céntimo a céntimo se consigue el gran ahorro.

Eso sí, recordad que este método de cortar en casa los productos para no pagar de más innecesariamente no es extrapolable a todos los campos. No os recomiendo comprar una barra entera de chóped o el costillar de una vaca porque podéis tener problemas para trocearlos en casa si no disponéis del material ni los conocimientos adecuados. Hay trabajos que es mejor dejárselos a los profesionales.