Publicado en: Naturaleza en Santorcaz y otras tierras... por Alfredo Doncel Moratilla. Texto original

El domingo pasado, volví a salir al campo con la bicicleta, un par de horas nada más. A pesar del madrugón no hacía mucho fresco y había poca actividad, así que me senté media hora bajo una encina a ver qué pasaba. Tampoco pasó mucho, aunque estuve sentado a menos de cien metros de un joven corzo (Capreolus capreolus) durante 15 minutos sin verle. Cuando le descubrí, estuve otro cuarto de hora contemplándole tranquilamente sin que me viese. Supongo que su madre no andaría lejos, pero a ella no la descubrí, seguro que ella a mí sí.