El objetivo todo terreno ¿definitivo?

Cuando nos acercamos al mundo de la fotografía una de las cosas que pronto nos llama la atención es el apartado de los objetivos. Ese complemento imprescindible de tu cámara que limita las posibilidades creativas a la capacidad de compra del bolsillo de cada uno. Objetivos los hay para todos los gustos y necesidades, siempre que se tenga dinero suficiente para comprar el que requiere cada situación.

AF-S DX NIKKOR 18-200mm f/3.5-5.6G ED VR II

Salvo que nos dediquemos a ello profesionalmente e invirtamos con la esperanza de amortizar el desembolso inicial, o que se trate de una afición elevada al rango de pasión, lo normal es contar con una cámara y un número limitado de objetivos. Normalmente el que acompañaba al cuerpo en el kit que compramos inicialmente.

Por otro lado está el problema de viajar cargando distintas ópticas y, lo que es peor, encontrar el momento adecuado para cambiarlas mientras hacemos fotos. Porque, salvo que dediquemos a nuestra pasión el tiempo que requiere… lo de pararse a echar una foto en condiciones es algo que no se entiende la mayoría de las compañías que suelen rodear al fotógrafo.

El reto para muchos fotógrafos aficionados reside, precisamente, en encontrar un objetivo “todo terreno”, capaz de resolver la mayor parte de las situaciones en las que se pueda encontrar cuando va de viaje, va de excursión o sale a pasear acompañado. Un objetivo con cierta capacidad para acercar, pero también con buena amplitud de campo, que no pese mucho y que no tenga que estar cambiando en cada toma.

El tamaño y la luminosidad suelen ser dos factores que juegan en contra de los objetivos con zoom. Son grandes y requieren unas condiciones de iluminación bastante exigentes.

Pero, sin ser la solución a todos los problemas del fotógrafo aficionado, he dado con un objetivo más que decente, a un precio asequible, que se ha convertido en mi todo terreno favorito (no tengo otro). Estaba acostumbrado al 18 – 105 mm que venía con mi cámara réflex, pero se me quedaba algo corto para hacer fotografía de naturaleza. Me gusta salir al campo, hacer algunas rutas y tirar muchas fotos. Rara vez encuentro tiempo para salir solo, lo que limita el tiempo que puedo dedicar a cada toma, ya sabéis aquello de párate a mear y verás los pies de tu amigo andar…

El salto ha sido a un 18 – 200 mm. Y se nota, ya lo creo que se nota. El asunto de la luminosidad me tiraba para atrás, pero a base de buscar y comparar encontré un objetivo que tenía un rango de exposición similar al del objetivo que estaba utilizando y el mismo que el de los objetivos de los kits que vende la marca (soy nikonista, qué le voy a hacer). Así que poco a poco me puse a ahorrar los 500 euros que me costaba cambiar de objetivo y hacerme con el Nikon AF-S DX 18-200mm F3.5-5.6 G ED VR II – Objetivo con montura para Montura F.

Quizá no sea el objetivo todo terreno definitivo, pero es bastante pequeño y me permite tirar fotos más que decentes a cierta distancia con un zoom de 11 aumentos. Convierte a tu réflex Nikon en la compañera inseparable en las salidas de campo. Creo que me ayudará a seguir creciendo como fotógrafo y mejorar mis habilidades en lo que sigo ahorrando para la siguiente óptica que me pueda permitir. Quién sabe, quizá con el tiempo me doy algún lujo y salto a un teleobjetivo en condiciones.

¿Te interesa la fotografía de naturaleza? ¿Qué objetivos utilizas? ¿Cual es tu todo terreno de cabecera? ¿Algún objetivo te quita el sueño? ¿Nikonista o canonista?

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