Un viaje a la Isla de la Plata (o la pequeña Galápagos)

Publicado en: Only Birds por Carmen Azahara. Texto original


En uno de nuestros descansos mientras trabajábamos en Ecuador, aprovechamos para visitar la Isla de la Plata, o como popularmente la conocen, la pequeña Galápagos. Esta isla es la manera perfecta para ver algunas de las especies de aves marinas que también se encuentran en las Galápagos sin gastarse una fortuna. Por eso, otra manera coloquial de llamarla es "la Galápagos de los pobres". 




Llegamos a Puerto López, una pequeña población costera. Podría decirse que practicamente todo el pueblo vive directa o indirectamente de los viajes turísticos de un día a la Isla de la Plata. Era solo dar unos pasos en el paseo marítimo y los "enganchadores" te abordaban para convencerte de que vayas con su compañía. Preguntamos a varios y elegimos el mejor precio. No conseguimos bajarlo de 30 dólares por persona. El precio incluía viaje en el barco, guía, almuerzo y un rato haciendo esnórquel. 


Si de algo puedo quejarme, es que me fue imposible convencer a nadie de que nos hiciera visita solamente enfocada en aves y llegando a la isla más temprano de las diez de la mañana, pero no hubo manera. Todos los tours eran calcos unas de otras en sus ofertas. Y en mi opinión llegamos demasiado tarde, cuando ya la calor pegaba bien. Aún así, la experiencia no nos defraudó. 

Detalle del ojo de ella
Los famosos piqueros patiazules (Sula nebouxii) fueron una de las primeras aves que nos recibieron al desembarcar en la isla. Sin importarles lo más mínimo la presencia humana, perfectamente podías estar cerca de ellos durante la caminata por los senderos de la isla que hicimos junto con los guías. 

Detalle del ojo de él
Como dato curioso, uno de las diferencias dimórficas de esta especie se encontraba en el ojo: como veis en las fotos, la hembra tiene un anillo oscuro alrededor de la pupila, haciendo que ésta se vea más grande que la del macho. También pudimos comprobar durante la visita la diferencia de voz entre sexos, siendo la llamada de la hembra más grave que la del macho. 

Rabijunco etéreo, Red-billed tropicbird (Phaethon aethereus)

Tal vez todo el protagonismo se lo llevaban estos piqueros, pero disfrutamos también de otras especies tan maravillosas como el rabijunco etéreo (Phaethon aethereus) o el piquero de Nazca (Sula granti). Con respecto al rabijunco, fue todo un "amor a primera vista" lo que sentí en ese momento, mientras surfeaba el aire que ascendía por los acantilados. Así que conseguí convencer al guía, y nos quedamos un rato más de lo previsto. Así, pude conseguir algunas fotos para recordar este especial momento. 

Rabijunco etéreo, Red-billed tropicbird (Phaethon aethereus)

piquero de Nazca o alcatraz de Nazca, Nazca booby (Sula granti)


Otras especies comunes en la isla, pero también en el resto de la costa ecuatoriana, son el pelícano pardo (Pelecanus occidentalis) y la fragata real (Fregata magnificens). De hecho, de la fragata no tengo ninguna foto en la isla porque en Ecuador eran como las "gaviotas de la playa", por lo que os he puesto una imagen de ellas descansando en un cable en Pedernales al final del post (arriba a la izquierda se aprecia un ejemplar con su particular bolsa gular roja).  

Pelícano pardo, Brown pelican (Pelecanus occidentalis)
Una vez terminada la ruta guiada, con explicaciones no solamente de aves, si no también con detalles botánicos e históricos, volvimos al barco para ir a una cala a hacer esnórquel, como os comenté al principio. Así que nos dimos un chapuzón mientras disfrutamos de la riqueza marina de la isla para luego volver a Puerto López alrededor de las cinco de la tarde. Sin duda, puedo decir que después de la visita, esta isla se convirtió en uno de mis rincones favoritos de Ecuador. 

fragata real, Magnificent frigatebird (Fregata magnificens)



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