Publicado en: Naturaleza en Santorcaz y otras tierras... por Alfredo Doncel. Texto original
Qué suerte está teniendo Silvia, ni tres años tiene y cada paseo se lleva una experiencia que a mí me ha costado años alcanzar. El sábado pasado unas luciérnagas, el viernes por la noche un murciélago en sus narices y el sábado por la mañana pudo acariciar una bonita mariposa.
Empiezo por el principio, la noche del viernes nos dimos un paseo después de cenar y a la vuelta nos encontramos con un pequeño murciélago tiritando en la pared. Puede que fuese un jovenzuelo o la noche más fresca de lo habitual, porque estaba tiritando:
No soy un experto en murciélagos pero creo que puede tratarse de un murciélago enano Pipistrellus pipistrellus |
Sentía nuestra presencia y temblaba, pero no levantó el vuelo, ahí se quedó, espero que bien |
El sábado salí temprano a dar un paseo cortito y aunque no vi gran cosa sí que pude hacer alguna foto lejana a alguna de las aves estivales más llamativas.
Abejaruco adulto con sus vivos colores (Merops apiaster) |
Abejaruco joven del año, con los colores mucho más apagados |
Alcaudón común (Lanius senator) adulto |
Como hacía algo de viento fresco no nos atrevimos a ir a la piscina así que nos acercamos al Lavadero. Antes de llegar, en el Caño Alto, decenas de mariposas sorbían sales de los charcos que siempre rodean el pilón. La más grande y bonita tuvo el detalle de dejarse acariciar por Silvia.
Podalirio o chupaleches (Iphiclides podalirius) una de las mariposas más llamativas |
Después de soltarla de la mano para que me dejase hacer la foto, se lanzó a acariciarla... |
¡¡… y ella se dejó!! |
Lo triste fue al llegar al Lavadero, que estaba vaciándose, no sé con qué objetivo... |
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