Qué me gusta y qué no me gusta de la legislación de reducción de bolsas

Publicado en: La Hipótesis Gaia por isa. Texto original

Seguro que recuerdas que hace unos meses te contaba que había un proyecto de Real Decreto cuyo objetivo era reducir el consumo de bolsas de plástico. Este Real Decreto debía entrar en vigor en enero, aunque luego dijeron que la fecha sería el 1 de marzo. Pues bien, resulta que nos toca esperar un poco más. Parece que no es una prioridad y que no corre prisa empezar a reducir las bolsas.

Seguro que a algunos este retraso les parece positivo, por eso de poder seguir acumulando bolsas y bolsas. Pero a la mayoría de nosotros nos deja unas cuantas dudas, temores y enfados. Aquí os cuento mi opinión personal sobre este tema.

Lo que me gusta

Para empezar diré que me parece muy bien que se cobren las bolsas en los supermercados. Yo soy como el común de los mortales, me gusta que las cosas sean buenas, bonitas y baratas, y si en vez de baratas son gratis, mejor que mejor. El problema es que las bolsas de plástico no cumplen el primer calificativo, no son buenas. No lo son para el medioambiente, y a pesar de que te digan que tienes que llevar tus bolsas, carro, cesta o mochila para evitar contaminar el planeta, parece que solo nos acordamos cuando nos tocan el bolsillo.

Por eso creo que este Real Decreto funcionará en ese aspecto. En 2007 se consumían 317 bolsas por persona y año, y tras las campañas y el cobro voluntario de las bolsas por ciertos supermercados, su consumo bajó a 144 bolsas por persona y año en 2017. Por lo tanto, lo de cobrar funciona. Si se llegará o no a los objetivos marcados por el proyecto de Real Decreto, lo veremos en unos años.

Objetivos en el proyecto de real decreto

Diciembre de 2019: menos de 90 bolsas de plástico por persona.

Diciembre de 2025: menos de 40 bolsas de plástico ligeras por persona.

Lo que no me gusta

Ahora te cuento qué es lo que molesta: la hipocresía de los supermercados. No puedo entender que se apunten el tanto de ser muy verdes por cobrar las bolsas mientras permiten que en sus establecimientos se vendan productos con envases tan innecesarios. Si realmente les importase, no permitirían que existiesen ejemplos como los que vemos en la campaña Desnuda La Fruta.

¿Cómo pueden justificar que el cobro es porque les preocupa el medioambiente mientras permiten que se convierten en generadores de residuos sin tener necesidad de ello?

Qué temo que pase

Puede que la estrategia de los supermercados, ahora que ven que lo de regalar bolsas se va a terminar sí o sí, sea empaquetar todos los productos. Así las compras son más rápidas y no tienen que preocuparse por las bolsas a granel (que por cierto, tendrán que ser compostables a partir del 2020 o tampoco serán gratis). Así parece que en ninguna parte del supermercado hay bolsas.

También temo, si todo está empaquetado, que los clientes metan el carro la cantidad que les es impuesta y no la que necesitan. Una locura desde el punto de vista ambiental, pero que quizás sea acertada desde el punto de vista del marketing. Luego todo se soluciona diciendo que ellos ya no dan bolsas de plástico porque se preocupan por el medioambiente.

En cualquier caso, tengo ganas de ver cómo ha quedado finalmente esta legislación, y sobre todo, de saber si funciona. ¿Y tú?

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