El paraíso de los picapinos tiene nombre ruso

Publicado en: Only Birds por Carmen Azahara. Texto original



A un lado, los campos arados. Al otro, el carrizal y las lagunas. Y entre estos dos hábitats, un bosque donde los árboles pueden morir con dignidad. Sin malas excusas de limpiezas de monte, sus troncos y ramas siguen formando parte de la vida forestal y del paraíso particular de los pícidos en Muraviovka Park

Entre otros cantos y gruidos varios, sus tamborileos conformaban la música habitual que cada día me acompañaba en mi trabajo. Cinco fueron las especies que pudimos estudiar en las jornadas de anillamiento diarias y una sexta con una aparición breve, pero inolvidable. 

Pico cano, grey-headed woodpecker (Picus canus)

Al pico cano lo solía ver en el suelo con otros de su especie rebuscando en la hojarasca las hormigas que tanto le gustan y otros insectos entre la madera en descomposición. Anillamos 29 nuevos ejemplares, y era habitual tenerlos de vuelta con frecuencia en la estación, aunque también hubo días que, no solamente anillando, si no también con nuestras observaciones, detectamos la entrada conjunta de nuevos individuos de manera evidente. Este es el caso de la segunda semana de octubre, en la cual se produjeron prácticamente la mitad de los nuevos anillamientos. 

Pico menor, lesser spotted woodpecker (Dryobates minor
Con trece anillamientos, este pequeño "caminante de los bosques" fue el segundo pico más abundante del parque. Gracias a un estudio filogenético a partir de secuencias de ADN  publicado en 2015, se encontró que las especies incluidas en el género Dendrocopos no formaban un grupo monofilético. Por tanto, actualmente, el más pequeño de los pícidos europeos, el pico menor, porta el género Dryobates, el cual proviene del griego antiguo druos, que significa "arbolado" y batēs que significa "caminante".  El significado de minor no creo que haga falta explicarlo.  A esta especie ya tuve la suerte de anillarla en el norte de España y su tamaño recuerda al de un gorrión común. En la última  foto de esta entrada podréis ver la comparativa con el siguiente pícido del que vamos a hablar. 

Pico dorsiblanco, white-backed woodpecker (Dendrocopos leucotos)

El pico dorsiblanco prefería dejarse ver en la parte alta del tronco del abedul, y fueron siete los nuevos anillamientos que registramos de la especie. Estos registros estuvieron repartidos por los dos meses de septiembre y octubre, además de tener ocho recapturas de los mismos individuos, ya que la especie es sedentaria. Nada tímido y muy seguro de sí mismo, era muy fácil divisarlo prácticamente todos los días en el parque con más frecuencia que nuestro más ampliamente conocido pico picapinos (Dendrocopos major), el cual contó con tres anillamientos. 


Pico crestigris, grey-capped pygmy woodpecker (Yungipicus canicapillus)
La quinta especie que anillamos, el pico crestigris, es toda una joya asiática, con una población restringida al este y sureste del mencionado continente. Según la IUCN Red List, su población se mantiene estable, pero no fue hasta 2010 que este pícido se detectó en la región de Amur. Nosotros este año pudimos anillar dos individuos y yo, concretamente, también pude observarlo en el campo antes de que lo detectáramos en la estación. Una observación breve en la que el ave se mantuvo tímida y esquiva. Todo un duendecillo de bosque con "capirote" en gris plateado.

Papá y su bebé (only joking!)
Como si de una corneja jugando a imitar, con burla, el vuelo de los picapinos, apareció delante de nuestros ojos mientras Euan y yo hacíamos la ronda por el parque. El picamaderos negro (Dryocopus martius) era raro de observar en esta región, pero este ejemplar no dudó en dejarse ver, sobrevolando la zona abierta de los merenderos y dejándonos a los dos paralizados y con la boca abierta.

Siempre había tenido una espinita ahí clavada con esta especie. Varios fueron mis intentos de encontrarlo al norte de la Península mientras hacía voluntariados ambientales pero, aunque estuve muy cerca escuchándolo y observando sus marcas en troncos, ni tuve la suerte, ni tuve compañeros con suficiente paciencia e interés como para buscarlo.

Y es que, hay ocasiones en que las aves son las que te encuentran a ti.





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