¿Cuántos residuos de envases se reciclan en Madrid?

Publicado en: productor de sostenibilidad por alvizlo. Texto original

Imagen de contendor con la pregunta cuantos residuos de envases se reciclan en Madrid

Siguiendo con el repaso a las estadísticas oficiales sobre tasas de reciclaje de residuos de envases en España -que iniciamos con los datos de Asturias-, toca responder a la pregunta ¿cuántos residuos de envases se reciclan en la Comunidad de Madrid? La información para resolver esta cuestión la encontramos en el Diagnóstico Ambiental 2016 de la Comunidad de Madrid.

Como en anteriores ediciones, la publicación recoge información oficial sobre el estado y evolución del medio ambiente en este territorio. En el capítulo de residuos, la actualización de 2016 incluye muchos datos interesantes sobre los resultados de distintos sistemas de responsabilidad ampliada del productor, que nos permiten analizar el desempeño de estas organizaciones en el cometido de recuperar aquellas cosas de las que los madrileños nos desprendemos.

Para el caso de los residuos de envases los datos tienen como año de referencia 2014, fecha en la que:

  • Se generaron 124.068 toneladas de envases.
  • 122.719 toneladas llegaron a las distintas plantas de clasificación.
  • Allí se consiguieron recuperar 58.328 toneladas de distintos materiales, tal y como se puede apreciar en la tabla extraída de la publicación enlazada más arriba.

Tabla con los datos sobre materiales recuperados en las plantas de clasificación de residuos de envases de la Comunidad de Madrid, extraída del Diagnóstico Ambiental 2016 enlazado más arriba en formato pdf, donde la tabla aparece en formato texto

¿Hacemos cuentas? 58.328 toneladas de material recuperado entre 124.068 toneladas de envases generadas… multiplicamos por 100… y tenemos el resultado: ¿Cuántos residuos de envases se reciclan en la Comunidad de Madrid? El 47% de los generados.

Un poco lejos de aquel titular que afirmaba que en España estamos reciclando el 74,8% de los envases domésticos. Con los datos oficiales no sale: Asturias un 13%, Madrid un 47%… quizá alguna otra comunidad autónoma lo esté haciendo francamente bien y consiga elevar la media, pero… ¿Cómo llegaríamos hasta el 74,8%? Quizá tomando como fuente de datos a una parte interesada. Y a estas alturas ya sabemos que las estadísticas oficiales sobre residuos no coinciden con las de la industria del envase de usar y tirar.

Otro dato para pensar: se generaron 2.658.055 toneladas de residuos urbanos y 1.967.860 toneladas fueron a parar a vertederos controlados. ¿El 74% de los residuos urbanos generados en la Comunidad de Madrid acabaron en un vertedero en 2014? No, por supuesto que no…  ¿qué quiere decir residuos tratados en vertederos controlados? Con la información y los datos disponibles es la cuenta que podemos hacer.

Es mucho más eco-friendly, dónde va a parar, quedarse con el titular de que los españoles hemos pasado de reciclar un 4,8% al 74,8%. Pero la realidad es tozuda. ¿Qué quiere decir que reciclamos? ¿reciclamos qué? ¿cuántos envases se pusieron en el mercado? ¿qué diferencia hay entre datos de recuperación de materiales y datos de reciclaje? Porque los datos del 13% y el 47% se refieren a materiales recuperados ¿Qué entra y qué sale de una planta de clasificación de envases? ¿Cuántos de esos materiales recuperados consiguen convertirse de nuevo en materias primas? Al menos en  flujo de residuos de envases de plástico no muchos. Sí, los resultados se pueden matizar y podemos discutir largo y tendido. Pero el caso es que las simplificaciones con los cálculos de los costes de la gestión de residuos, asumir como oficiales datos y estudios de una parte interesada y la autocomplacencia no nos están ayudando a resolver el problema: estamos agotando los recursos del planeta incluyendo el espacio para verter residuos.

¿Qué podemos hacer?

La Unión Europea nos vuelve a tirar de las orejas:

“En 2014, España solo recicló el 31% de su basura, por debajo de la media de la UE, del 44%, y acumuló en vertederos un 58% de los residuos, también inferior a la media comunitaria, del 31%”.

Afortunadamente, también nos plantea una serie de recomendaciones sobre cómo mejorar estos resultados. Llama poderosamente la atención, después de años de reuniones sobre trazabilidad de los datos de gestión de residuos, que la Unión Europea recoja la necesidad de mejorar este aspecto: datos inconsistentes, falta de transparencia, resultados que no se pueden verificar… son algunas de las perlas que dedica a nuestra forma de hacer las cosas. Por si acaso, y a mi favor, decir que es lo que llevo reivindicando hace tiempo: habrá quien acuse a los que leemos y compartimos las estadísticas de estar infoxicando, pero mientras que no exista trazabilidad y transparencia lo mínimo es cuestionar mensajes pretendidamente buenistas que ocultan una realidad menos verde de como nos la pintan.

También nos pide Europa, en el ámbito concreto de los sistemas de responsabilidad ampliada del productor, que consideremos los modelos de depósito, devolución y retorno: no es sólo un capricho ecologista, una cuestión de diferenciación política o la idea peregrina de cuatro radicales indocumentados. Se trata de una propuesta de la Unión Europea para que España mejore su aplicación de la jerarquía de residuos (prevención, reutilización, reciclaje), reduzca la cantidad de residuos que se recogen mezclados y que los productores asuman el coste de la gestión de los residuos que ponen en el mercado.

¿Cuál es el reto?

La Unión Europea plantea nuevos objetivos de reciclaje y depósito en vertedero:

  • Para 2030 al menos el 70% en peso de los residuos municipales deberán ser reciclados o preparados para reutilización.
  • Para envases el objetivo a 2030 es el 80%.
  • El límite de depósito en vertedero para 2030 es el 10% de los residuos.

¿Estamos preparados?

Si un buen diagnóstico de la situación actual es difícil llegar a la meta. Necesitamos saber el punto de partida para poder llegar al resultado, de lo contrario seguiremos dando palos de ciego. Podemos aplaudirnos por lo bien que lo hacemos según campañas interesadas o analizar las carencias en los datos sobre gestión de residuos.

¿Veremos sistemas de depósito, devolución y retorno en España?

Cabe aclarar que ya existen para según que residuos, luego no sería una novedad. La cuestión que parece estar en debate es si los veremos en el ámbito de los residuos de envases ligeros. En comparación con el total de los residuos municipales el problema de los envases es relativamente pequeño: suponen alrededor de un 8% del total. Pero condicionan significativamente el modelo global de recogida y gestión de residuos: el contenedor amarillo no está dando los resultados que debería, impide avanzar en la recogida separada por tipos de materiales que debería estar implantada desde 2015 y condiciona las opciones relativas al resto de residuos y la recogida separada de materia orgánica.

Un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases abre la puerta a la reutilización de residuos de envases, basado en un mecanismo de logística inversa –economía circular- que no existe actualmente con el contenedor amarillo. Siempre que ese sddr se haga con envases reutilizables. Y, ¿por qué no? de vidrio (libre de plastificantes sospechosos de afectar a la calidad del producto envasado y la salud de las personas que los conumimos). Lo que está en juego en este caso no es tanto el modelo de gestión de residuos como el modelo de consumo. Por eso la oposición frontal de determinados modelos de negocio. Y los problemas con los datos sobre residuos de envases.

La marca de refrescos que en España abandera la oposición al SDDR ha pasado a apoyarlo en Escocia. Y no creo que tarde mucho, tras las recomendaciones de la Unión Europea, en liderar su implantación en España. No sólo por imagen, también "por transparencia": si el SDDR queda fuera de su control alguien contará las latas de bebidas que pone en el mercado y podrá hacer números sobre, entre otras cuestiones, el grado real de cumplimiento de sus obligaciones relativas a la puesta en el mercado de productos que con su uso se convierten en residuos.

No hay vuelta atrás: podemos cumplir el objetivo de reutilización y reciclaje para 2030 del 80% de los residuos de envases con amaños estadísticos o mejorando la recogida de residuos de envases, lo que pasa (vistas las limitaciones del contenedor amarillo) por el retorno de envases reutilizables.

Mi apuesta es que será Ecoembes quien complemente una recogida separada de materiales en el contenedor amarillo con máquinas para devolución y retorno de envases. La jugada permitiría al sector del envase de usar y tirar mantener el control de los datos y a la entidad aumentar su presupuesto anual para seguir convenciéndonos de lo bien que lo hacemos, quizá con un poco más de fundamento. Por supuesto hay muchas realidades alternativas a esta posibilidad, cuya verbalización en este espacio es condición suficiente para que no se materialice.

¿Cual crees que será el modelo de gestión de residuos de envases que veremos en los próximos años? ¿seremos capaces de poner en marcha la primera y más importante de las "3 erres"?

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