INCERTIDUMBRE TRAS EL ACUERDO DE LA CUMBRE DEL CLIMA DE PARÍS

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La Conferencia Internacional sobre Cambio Climático celebrada en París entre los días 30 de noviembre y 11 de diciembre ha logrado un acuerdo global ente las partes participantes (195 países y la Unión Europea). El evento reunió a unos 150 Jefes de Estado y de Gobierno con el fin de llegar a un acuerdo convincente para todas las partes. Su objetivo es alcanzar un pacto global de lucha contra el cambio climático con el fin de que a finales de siglo el aumento de la temperatura media mundial sea inferior a 2ºC con respecto a los valores a los que se encontraba entre los años 1850 y 1899. Además los países deberán realizar todos los esfuerzos necesarios para que no supere los 1,5ºC. Ese margen de 2ºC se ha establecido como límite de seguridad, puesto que superar esa cifra se considera demasiado peligroso. A día de hoy la temperatura ya ha ascendido 1ºC con respecto a los valores de referencia. Si no se tomaran medidas, el incremento puede ser mucho más elevado, según muestran las predicciones del IPCC (figura 1).

Figura 1: Incremento de la temperatura superficial para finales del siglo XXI en uno de los escenarios de cambio climático del IPCC (International Panel of Climate Change).

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Fuente: IPCC.

Lo que propone el acuerdo es una adaptación a los efectos adversos del cambio climático y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero. Para lograr sus objetivos, el acuerdo plantea alcanzar el punto máximo de emisiones mundiales “lo antes posible” y a partir de ahí comenzar a reducir las emisiones hasta alcanzar un equilibrio entre las emisiones y los sumideros. Para ello, es necesario que cada una de las partes participantes presente ante la ONU sus compromisos de reducción de emisiones, que deberán revisarse al alza cada cinco años. Los paises desarrollados deben adoptar medidas de reducción de emisiones, mientras que los paises en vías de desarrollo deberán esforzarse en desarrollar medidas de mitigación y, a largo plazo, sustituirlas por las de reducción. Para que la mitigación y adaptación al cambio climático de los paises en desarrollo pueda llevarse a cabo, el Acuerdo propone que los paises desarrollados deben movilizar al menos 100.000 millones de dólares anuales de aquí a 2020. Esta cifra será revisada al alza en 2025.

Antes de la celebración de la Conferencia de París, 187 países de los 195 participantes, ya habían enviado sus compromisos de reducción, que entrarán en vigor para 2020. La figura 2 muestra los compromisos de los países que presentan mayores emisiones de gases de efecto invernadero.

Figura 2. Compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero presentadas ante la ONU por los principales países emisores.

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Fuente: ONU.

Aunque se trata de un Acuerdo legalmente vinculante, ni la decisión que lo acompaña ni los objetivos nacionales de reducción de emisiones lo son. Sí serán juridicamente vinculantes los mecanismos de revision de los compromisos de reducción de cada país. Se llevará a cabo un seguimiento del cumplimiento de dichos compromisos, pero no habrá ningún tipo de sanción en caso de no lograr alcanzarlos.

Para que entre en vigor será necesario que lo ratifiquen al menos 55 partes, cuyas emisiones representen el 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Se podrá firmar desde el 22 de abril del presente año hasta el 21 de abril de 2017 y permanecerá en vigor durante el periodo comprendido entre 2020 y 2050, sustituyendo al actual Protocolo de Kioto.

¿Por qué es necesario un acuerdo de reducción de emisiones?

Los cientificos han clasificado al cambio climático como la mayor amenaza a la que se enfrenta el planeta. En los últimos años se ha producido un record en cuanto a la concentración atmosférica de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero (figura 3). A día de hoy los valores superan las 400 partes por millón, lo que supone un aumento del 143% frente a los valores de la época preindustrial (1750). Además se ha observado una aceleración en la acumulación de este gas durante la última década. Las concentraciones de otros gases de efecto invernadero también han sufrido importantes aumentos. El metano se ha incrementado en un 254% y el óxido de nitrógeno en un 121% frente a los valores de 1750. La consecuencia que ya ha provocado este incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero es un aumento de temperatura de 1,02ºC con respecto a los valores medios del periodo 1850-1899. Esto se encuentra asociado a diversos problemas tales como el deshielo de los polos, el retroceso de los glaciares, el aumento del nivel del mar, la extinción de especies y el aumento en la intensidad y frecuencia de desastres naturales. Todos estos efectos serán más severos a medida que aumenten las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Figura 3. Niveles históricos de concentración de CO2 atmosférico.

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Fuente: NASA

La importancia de la Cumbre de París

La Cumbre del Clima de París es la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21). La primera Conferencia Mundial sobre el Clima se llevó a cabo en 1979. En la segunda, celebrada en 1990, se solicitó un tratado mundial sobre cambio climático. No es hasta 1995 cuando tiene lugar la primera Conferencia de las Partes, celebrándose, a partir de entonces, de forma anual. Y no ha sido hasta 20 años después, con la COP21, cuando se ha logrado un acuerdo mundial definitivo. Este acuerdo implica, no sólo la suma de fuerzas en la lucha contra el cambio climático, sino también el reconocimiento y aceptación mundial de la existencia de este problema, de su origen antropogénico y el hecho de que presenta una importante amenaza para las sociedades humanas y para el planeta.

Figura 4. Esquema de los aspectos más importantes de las Cumbres del Clima celebradas hasta la fecha.

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Diferencias entre Protocolo de Kioto y Acuerdo de París

La principal diferencia entre el Acuerdo de París y el Protocolo de Kioto es el aumento del número de países comprometidos en reducir sus emisiones. Mientras que el Protocolo de Kioto incluía a un grupo de países industrializados que tan sólo representaban el 11% de las emisiones de gases de efecto invernadero, este nuevo acuerdo incluye a todos los países y cerca del 100% de las emisiones. Sin embargo, mientras que Kioto establecía unos valores de reducción de emisiones fijados para cada país y sanciones por incumplimiento, el Acuerdo de París propone unas reducciones voluntarias y no presenta ningún mecanismo punitivo.

Deficiencias del Acuerdo

Algunos de los puntos flojos del Acuerdo son los siguientes:

  • El texto no explica el camino a seguir para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y deja a decisión de cada país el método y el grado de reducción de sus emisiones.Según el texto, cada país realizará esfuerzos “de acuerdo a sus capacidades”.
  • Descarta la descarbonización y no fija una fecha para dejar de utilizar combustibles fósiles.
  • Se basa principalmente en la compensación de las emisiones mediante la conservación y el aumento de sumideros de gases de efecto invernadero y no propone el incremento en la utilización de energías renovables en los países desarrollados.
  • No incluye una fecha límite en la que se deba alcanzar el máximo de emisiones, sino que menciona que “se deberá alcanzar lo antes posible”.
  • Contempla una diferenciación entre países desarrollados y en desarrollo, estableciendo que los primeros deberán realizar más esfuerzos que los segundos. Sin embargo, no se ha redactado ningún listado en el que figuren unos y otros, siendo complicado, en el caso de algunos países, enmarcarlos en un grupo u otro.
  • En cuanto a la financiación, no establece en que cantidad deben colaborar los países emergentes, sino que la cifra es voluntaria. Pertenecen a este grupo algunos de los países más contaminantes como China, India o Brasil.
  • Puesto que los compromisos de reducción de emisiones son voluntarios, no existen sanciones por su incumplimiento, lo que puede llevar a las partes a no tomárselo demasiado enserio.
  • No recoge la totalidad de las emisiones. A pesar del gran volumen de gases de efecto invernadero que generan, no se han incluido las emisiones aportadas por la aviación y el transporte marítimo.
  • Aunque propone un mecanismo de pérdidas y daños asociados a los efectos del cambio climático, no detalla ninguna herramienta financiera para abordarlo.

Todo esto ha provocado que la suma de los compromisos de reducción de emisiones, que los diferentes países presentaron a la ONU, no son suficientes para asegurar que para finales de siglo la el incremento de temperatura se mantenga por debajo de los 2ºC. De hecho, según las proyecciones realizadas, si se lograran cumplir dichos compromisos, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero superarían las 55 gigatoneladas en 2030 (figura 5), cuando sería necesario no superar las 40 gigatoneladas para mantener el incremento de la temperatura media mundial por debajo de los 2ºC. Con los compromisos actuales la temperatura aumentaría 2,7ºC a finales de siglo tomando como referencia los valores de la época preindustrial. Por lo que, si en las futuras revisiones no se aumenta considerablemente el grado de compromiso, el Acuerdo no logrará su principal objetivo.

Figura 5. Histórico de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero por sector y estimación de su evolución tras los compromisos de reducción presentados ante la ONU.

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Fuente: ONU| El País

Conclusión

El acuerdo de París es un paso importante en la lucha contra el cambio climático al lograr que todos los países acepten que realmente existe un problema medioambiental y unifiquen esfuerzos en su solución. Sin embargo, las diferencias en los intereses, la economía y el nivel de desarrollo de cada país no han permitido que el acuerdo sea eficaz. La principal prioridad era el hecho de conseguir que el acuerdo fuera global y no la efectividad de éste en la lucha contra el cambio climático, por lo que se ha optado por reducir las condiciones a unos niveles que todos los países estuvieran dispuestos a aceptar. Esto ha dado lugar a un acuerdo excesivamente vago e impreciso, que deja todo a la voluntariedad de cada país. Es cierto que a medida que avancen los años los compromisos de reducción de cada país serán mayores, pero, ¿llegarán a tiempo y serán suficientes como para evitar que el aumento de temperatura supere los límites de seguridad? ¿Se tomarán medidas más estrictas en caso de que se prevea que no se alcanzará el objetivo o permaneceremos impasibles hasta que no haya vuelta atrás?

Autora: Nidia Rodríguez Díaz

Imagen de portada: 

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Fuentes:

Naciones Unidas (2015). Convención Marco sobre el Cambio Climático. FCCC, París.

http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/09/actualidad/1447066103_999102.html

http://onu.org.pe/cop-20/que-es-la-cop-20/

http://noticias.eltiempo.es/2015/11/24/10-respuestas-para-entender-la-cumbre-del-cambio-climatico/

http://www.20minutos.es/noticia/2626925/0/acuerdo-cambio-climatico/paris-cop21/preguntas-respuestas/

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