Cómo saber si un embalaje se puede reciclar

recyclingUna de las dudas que nos asalta cuando recibimos un paquete es ¿qué hacemos con todo este embalaje? No es fácil saber de qué materiales componen el embajale, si son reciclables o en qué contenedor de basura tendríamos que depositarlos para hacer una gestión respetuosa con el medio ambiente. En este artículo os explicaremos que significan algunos de los símbolos que encontramos en el embalaje y en qué contenedor tenemos que tirarlo para su correcto reciclaje y reutilización.

En primer lugar cabe destacar que empresas como Rajapack, una de las principales empresas del sector del embalaje en Europa, cuentan con un gran surtido de embalajes ecológicos y una política ambiental de empresa. No todos los productos que nos llegan provienen de este tipo de surtido, y muchas veces contienen más materiales de los que pensamos en un primer momento. Esta empresa, por ejemplo, ha creado una etiqueta propia formada por una “i” de la que sale una hoja para señalar los productos de su amplio catálogo que respetan el medio ambiente.

A parte de esta forma propia de marcar los embalajes podemos encontrar la etiqueta formada por tres flechas hacia abajo donde pone “OK, compost” sobre una flor. Esta etiqueta indica que se trata de un producto biodegradable, lo que no sindica que el envase se degradará por procesos naturales.

Otra de las etiquetas más comunes es aquella en la que aparecen dos árboles sobre una leyenda que reza PEFC. Esta etiqueta simboliza que el producto ha sido fabricado a partir de material proveniente de gestión forestal controlada. Otro logotipo que indica este tipo de gestión respetuosa de los bosques es el sello FSC. Entre los materiales de embalaje procedentes de gestión forestal sostenible podemos encontrar el papel o cartón.

fscLa más conocida de todas las marcas que encontramos en un envase es la de tres flechas en bucle, señalándose entre sí. Si en su interior aparece un tanto por ciento y debajo la indicación “reciclado”, esta etiqueta significa que ese producto, en el tanto por ciento señalado, es reciclado, con el consiguiente ahorro de energía y materia prima y reducción la producción de desechos. Los envases y embalajes de papel y cartón irían al contenedor azul, donde se recogen para ser procesados en plantas de reciclaje.

Los plásticos por su parte, tienen dentro o debajo de este bucle, que suele estar compuesto de flechas más finas que las de cartón, un número o unas siglas que identifican el tipo de plástico del que se trata. Si pone PET querrá decir que está formado por tereftalato de polietileno, si pone PE-HD por polietileno de alta densidad con aspecto translúcido, si en su lugar pone PVC significará que está formado por policloruro de vinilo con aspecto cristalino, si pone PE-LD que se trata de polietileno de baja densidad con aspecto transparente, si pone PP por polipropileno con aspecto parcialmente cristalino y, finalmente, si pone PS de poliestireno cristal con aspecto transparente. Todos ellos pueden ir al contenedor amarillo.

Si junto a estos símbolos aparece el llamado punto verde, dos flechas que forman un círculo apuntándose la una a la otra, quiere decir que el fabricante ha pagado una tasa para que ecoembes se haga cargo de la gestión de ese residuo, contribuyendo a la financiación del contenedor amarillo o azul, según el tipo de material, incluso, en el caso de un envase de vidrio la contribución sería al contenedor verde a través de ecovidrio.

Es fácil, si estamos ante materiales de embalaje de papel, cartón, vidrio o plástico, lo depositamos en su contenedor correspondiente, si no lo tiraríamos al contendor de resto o lo llevaríamos al punto limpio, especialmente si ha estado en contacto con sustancias peligrosas.

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