¡Que paren el mundo que me quiero bajar!

Nunca fui el tipo de persona que se preocupaba por los asuntos de política (craso error por mi parte dicho sea de paso) era un tema que me aburría hasta la saciedad, bueno, tampoco es que ahora me divierta precisamente, pero de un tiempo a esta parte, tal vez sea porque la edad me ha otorgado un poco más de sentido común (pero sólo un poco), o tal vez porque hoy en día gracias a las redes sociales es relativamente fácil mantenerse mínimamente informado o simplemente porque tengo más tiempo… libre… no, eso último no, estudio en la UNED, algunos ya sabéis a lo que me refiero 😉 intento estar un poco más al día de lo que acontece a mi alrededor a ese respecto,  aunque cada vez que leo algunas noticias desearía no haberlo hecho, ya que me hacen sentir impotente ante la situación e incluso insultado, la verdad es que no encuentro palabras para describir lo que pienso en algunas ocasiones, o al menos palabras que se puedan utilizar aquí y ahora. Hoy solo quiero compartir con vosotros una de esas noticias, ya que me resulta especialmente chocante y enervante; pasen y lean señoras y señores “Castor recibe una indemnización de 1.350 millones que pagarán los consumidores”.