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Crisis del Petróleo y Energía Nuclear
En los años 60 y 70 el régimen franquista planifica la construcción de varias centrales nucleares en España ya que la Crisis del Petróleo agudiza el déficit energético y ven en este tipo de energía la alternativa ideal.
Junto con la construcción de embalses, las centrales nucleares van a ser los proyectos en los que va a pivotar la política energética del país.
Con el I Plan Energético Nacional se idea la construcción de hasta 41 centrales nucleares por todo el territorio nacional. En los últimos años del Franquismo se ponen en marcha tres grandes centrales que han perdurado hasta hace bien poco: Zorita (Guadalajara), Vandellós (Castellón) y Santa Maria de Garoña (Burgos). En Euskadi, la política energética franquista sitúa hasta tres centrales nucleares: Deva, Ispaster y Lemoiz (Bizkaia).
Sin embargo, la construcción de Lemoiz encuentra en la sociedad vasca una fuerte oposición, que llega hasta la paralización de ésta en 1984.
El proyecto nuclear de Lemoiz
Lemoiz se planifica en un lugar privilegiado de la costa vasca. En concreto, se localiza a 15 kilómetros de Bilbao, en la zona conocida como la Cala de Basordas, una playa cercana al municipio de Lemoiz. Se trata de una central de las denominadas de agua ligera, de diseño americano.
Se empieza a construir a partir de 1973 con el llenado y el cerramiento de la cala mediante un dique. Posteriormente se instalan los dos reactores nucleares (de 1000 MW cada uno) utilizándose para ello más de 1000 toneladas de hierro y 200.000 m3 de hormigón armado.
Los trabajos comienzan sin la autorización y los permisos de obra pertinentes y llega a estar en un estado muy avanzado de finalización.
Las manifestaciones antinucleares
En un contexto donde no había aún partidos políticos legalizados van a ser los ciudadanos quiénes se pongan a la cabeza de la lucha en contra de la energía nuclear.
En los primeros años de la construcción de la central, la población de los núcleos cercanos apenas se opunen al proyecto. Es es en 1974 cuando las asociaciones de vecinos y cofradías de pescadores ponen en duda la viabilidad ambiental y socioeconómica del proyecto de Lemoiz, originándose las primeras reacciones de la sociedad civil con recogidas de firmas y reuniones informativas sobre las desventajas de la energía nuclear y los peligros que ésta conlleva.
Figura 1. Manifestación en contra de la energía nuclear en Euskadi.
De estas primeras reacciones antinucleares nace la Comisión de Defensa de una Costa Vasca no Nuclear que va a liderar las manifestaciones en contra de la central de Lemoiz y que cobra un gran protagonismo a partir de 1976.
En el verano de ese año se convoca una marcha entre Plentzia y Gorliz a la que acuden más de 50.000 personas, siendo una de las primeras grandes manifestaciones legales de signo ecologista en nuestro país.
Después, en Bilbao, tiene lugar una de las mayores manifestaciones en Euskadi desde la Guerra Civil, a la que acuden más de 150.000 personas bajo el lema “Antes que energía nuclear, consulta popular” y en 1978 acuden a Lemoiz ríos de personas que piden el cese de la construcción de la central.
El sentimiento en contra de la construcción de la central se extiende por toda la geografía vasca y es interiorizado por la población como un proyecto enemigo. A pesar de todo, continua su construcción lo que va a generar un duro debate en los parlamentos de Euskadi y España.
El sí o sí del Gobierno Nacional
La decisión de paralizar o poner en marcha la central nuclear va a quedar en manos de la UCD en el Gobierno Estatal y sobre la coalición entre el PNV y el PSOE en el Parlamento Vasco.
En los primeros años de la democracia (Gobierno de UCD 1978) se dan en Euskadi una serie de posiciones enfrentadas entre los partidos pro y antinucleares. Por un lado, la central estará apoyada por los partidos estatales (PSOE, UCD y, después, AP) y el PNV; y por otro, los no partidarios de la central, que van a ser los partidos de la izquierda abertzale (Euskadiko Ezkerra y Herri Batasuna).
Continuando con la misma política, el PSOE (1982- 1996) va a apoyar fieramente la construcción de la central nuclear, aunque finalmente, en el año 1984, deciden iniciar su desmantelamiento.
Gladis del Estal, ETA y las muertes de Ryan Estrada y Ángel Pascual Múgica
En 1977, la banda armada ETA va a jugar un papel fundamental en el conflicto de la central nuclear, posicionándose en contra de ésta y cometiendo numerosos atentados con artefactos explosivos en las instalaciones de la central y contra la empresa Iberduero S.A, sus ingenieros y técnicos.
A partir de entonces, la represión sobre todo tipo de actos públicos en contra de la central de Lemoiz se va a acentuar y va traer consigo la muerte de varios activistas antinucleares, como el caso de Gladis del Estal, una ciudadana donostiarra que pertenecía a los Comités Antinucleares de Euskadi y que murió en Tudela (Navarra) en una manifestación tras un disparo a bocajarro producido por un Guardia Civil.
Este trágico suceso acelera la celebración de grandes manifestaciones en Euskadi a las que acuden un mayor número de ciudadanos en recuerdo a Gladis del Estal y en repulsa por Lemoiz y la energía nuclear.
Figura 2. Homenaje a Gladys del Estal, muerta en una manifestación antinuclear.
Fuente:http://euskalherria.indymedia.org/eu/2006/06/29188.shtml
ETAm responde con un mayor número de atentados sobre los trabajadores y con sabotajes sobre las instalaciones de Iberduero en Lemoiz.
Sus posiciones van a llegar hasta el punto de secuestrar y asesinar al ingeniero del proyecto de la central de Lemoiz, Jose María Ryan Estrada. Posteriormente, en 1982, es asesinado Ángel Pascual Múgica, ingeniero de Iberduero, siendo la última víctima de ETA en torno a este conflicto. Estos sucesos conmovieron a toda la sociedad civil y a todos los partidos políticos. Numerosas manifestaciones se sucedieron en contra de las acciones de ETA y sus métodos. Supuso, incluso, una mancha en la lucha pacífica y de desobediencia civil que habían iniciado las asociaciones de vecinos y los movimientos ecologistas.
El accidente de Harrisburg y Chernobyl
Se habían dado casos de accidentes en varias centrales nucleares a lo largo de la geografía mundial durante los años 70. El primer gran accidente sucede en la central Three Mile Island, cerca de Harrisburg (USA) en 1979. Posteriormente la rotura de uno de los reactores de la central ucraniana de Chernóbil (URSS), en 1986, extiende una nube radioactiva por todo el norte de Europa que produjo la muerte de 30 trabajadores de la central, el desplazamiento de 130.000 personas en un radio de 1600 km e impulsa el rechazo de la sociedad a la energía nuclear y a este tipo de proyectos.
Figura 3. Central de Three Mile Island
Fuente: United States Department of Energy – http://ma.mbe.doe.gov/me70/history/photos.htm
La paralización de Lemoiz
La arraigada lucha social del pueblo vasco, el debate sobre el referéndum, el episodio de la central de Chernóbil y el papel que jugó la banda armada, ETA, incidieron sobre la opinión pública y sobre los organismos gubernamentales, iniciandose el desmantelamiento de la central de Lemoiz a través de la Moratoria Nuclear.
Todo ello duro un total de 21 años, que supuso pérdidas cuantiosas para el Gobierno nacional (miles de millones de pesetas, pues se tuvo que indemnizar a la empresa, Iberduero, S.A) Además, a lo largo del periodo del conflicto se suman cuantiosas pérdidas de vidas humanas inocentes (víctimas de ETA y de manifestantes antinucleares) que ponen en relieve la dura confrontación que hubo en torno a este proyecto.
Figura 4. Lemoiz apurtu
Fuente: http://www.lemoiz.com/
En la actualidad se ha debatido su reconversión a una central eléctrica de gas de ciclo combinado, un museo de la energía, un centro temático de la ciencia y la tecnología o su destrucción total, sin que ninguna de estas ideas haya salido adelante 30 años después de su desmantelamiento.
Aunque aún se mantiene el debate de cuáles fueron las causas de su paralización, Lemoiz ha quedado como un ejemplo contra las políticas de nuclearización de Euskadi impuestas desde el gobierno central y de las grandes empresas como Iberduero, contando a lo largo de los años con la desaprobación de su puesta en funcionamiento de gran parte de la sociedad civil vasca.
Imagen de portada: Central de Lemoiz en la actualidad. Fuente:
Fuentes:
Juan Luis Olaran, El contubernio nuclear, Lemoiz, edit. Arabera, 2010
Lemoiz la central fantasma: https://www.youtube.com/watch?v=yW_0AnoEySM
http://www.eldiario.es/norte/euskadi/tabu-Lemoiz_0_204030317.html
http://www.euskomedia.org/aunamendi/46480
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