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Un mar de origen bíblico
Este mar interior está situado en una profunda depresión tectónica (Valle del Jordán) y se ubica entre 3 países: Jordania, Palestina e Israel (Oriente Próximo).
Figura 1. Imagen del Mar Muerto.
Fuente: David Shankbone http://blog.shankbone.org/
Se caracteriza por ser un lago endorreico, hipersalino, con aguas ricas en calcio, magnesio, potasio y bromo, de escaso tamaño (67 km. de largo y 18 de ancho) y situado a unos 422 metros bajo el nivel del mar, siendo el punto topográficamente más bajo del planeta. Tiene una superficie total aproximada de 810 km².
Este mar recibe agua tanto del principal río de la cuenca, el Jordán, como de sus afluentes y de las escasas precipitaciones recogidas.
Sin embargo, su volumen está descendiendo año tras año (ver fig. 2), debido a numerosos factores como la escasez de las precipitaciones, la evaporación y los factores antrópicos como la extracción de minerales que aceleran el deterioro del mar, y la sobreexplotación de sus aguas para irrigar grandes extensiones de tierra agrícola.
Figura 2. Imagen satélite donde se aprecia el descenso del nivel del Mar Muerto (1972- 2011).
Fuente: David Shankbone http://blog.shankbone.org/
El descenso del volumen de agua se viene produciendo desde los años 60, sin encontrar remedios para paliar esta situación y con un futuro nada previsible.
En 1970, su nivel estaba a 395 metros por debajo del Mediterráneo, mientras que actualmente se encuentra a 419 metros, habiendo descendido unos 24 metros.
Como remedio, se ha propuesto una solución: trasvasar agua del Mar Rojo al Mar Muerto, a través del desierto de Arabá.
Un acuerdo entre tres estados que parecía imposible
Las disputas entre los tres estados del Valle del Jordán: La Autoridad Nacional Palestina (ANP), Israel y Jordania, han sido continuas, sin embargo, por primera vez en mucho tiempo se ha conseguido llegar a un acuerdo de colaboración entre ellos (bajo el auspicio del Banco Mundial), con el fin de salvar este mar interior.
El proyecto del trasvase
La idea de trasvasar agua del Mar Rojo, situado al sur del Mar Muerto, a través de conductos y canalizaciones lleva tiempo en mente, pero la falta de acuerdo entre los estados y la magnitud del proyecto han hecho que éste no llegase a buen puerto.
En 1960, el Estado de Israel sopesó construir un canal que uniera el mar Rojo con el mar Muerto, pero aún no se había firmado la paz con Jordania, por lo que era inviable.
En años sucesivos, la opción de su construcción se va gestando, gracias sobre todo al acuerdo de paz firmado en 1994 entre Jordania e Israel, al que se suma la ANP en el año 2005. Se solicitó, entonces, al Banco Mundial que elaborase la viabilidad de la construcción del canal y en el año 2009 se anunció la construcción de una tubería que uniera los 2 mares.
Además, serviría para generar electricidad, satisfaciendo las necesidades energéticas de Jordania, Israel y la Autoridad Palestina y les proporcionaría agua potable.
Figura 3. Esquema del proyecto del trasvase Mar Rojo- Mar Muerto.
Fuente: Red Sea – Dead Sea Water Conveyance Study Program
Finalmente, este proyecto (Jordan National Red Sea Development Project -JRSP), consistiría en un sistema de tuberías y conductos de unos 180 kilómetros de longitud que transportaría agua salada desde el Mar Rojo al Mar Muerto, ¿será está su salvación?
Se estima que el Mar Muerto pierde cerca de un metro cada año, por lo que se tendría que extraer unos 200 millones de m³, anualmente, desde el Mar Rojo, además de la construcción de plantas desalinizadoras, para evitar el continuo descenso de su nivel.
Otros datos más pesimistas auguran que sería necesario un aporte de 700 millones de m³ para estabilizar el nivel del mar, por lo que aún con el trasvase no se evitaría su descenso.
La mezcla de las aguas de ambos mares alteraría la vida marina, las propiedades químicas y biológicas de sus aguas y las características del ecosistema terrestre y marino.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de ejecutar el proyecto es el económico. ¿Qué estado lo financiaría?
Se pretende que todas las naciones implicadas financien este proyecto, lo que conllevaría el aporte de unos 10.000 millones de dólares entre los 3 estados.
La oposición de los grupos ecologistas y la comunidad científica
Ante la magnitud económica del proyecto y de los impactos ambientales, los científicos y los grupos ecologistas de estos países se han opuesto desde un primer momento a su ejecución.
Vaticinan que será un desastre ambiental para el Mar Muerto y que la salvación pasaría principalmente por restablecer el caudal del río Jordán, reducir la actividad minera y no ampliar más la superficie de regadío.
¿Salvación o desaparición?
Con este proyecto se pretende salvar el Mar Muerto, garantizar el agua potable a las poblaciones del valle e iniciar relaciones de cooperación entre los países del Jordán. Sin embargo, el proyecto carece de viabilidad económica y ambiental, pues no se conseguiría eludir el descenso del nivel del mar y además traería consigo graves consecuencias para los ecosistemas del Mar Muerto.
La magnitud de las obras, la inestabilidad geopolítica de la zona y las dudas existentes de cómo afectará la mezcla de aguas en el Mar Muerto son los principales motivos para oponerse al proyecto.
Si finalmente se lleva a cabo la construcción de todos los canales y tuberías previstos; se verá, en años próximos, si este mar hace honor o no a su nombre.
Imagen de portada: Costa del Mar Muerto. Fuente: Wilson44691
Fuentes:
Red Sea – Dead Sea Water Conveyance Study Program:
http://foeme.org/www/?module=projects&project_id=51
http://issuu.com/argos/docs/name567b64
http://www.publico.es/27162/revivir-el-mar-muerto
http://en.wikipedia.org/wiki/Dead_Sea
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/12/09/actualidad/1386607428_244600.html
http://www.abc.es/ciencia/20131210/abci-muerto-resucita-201312101045.html
http://www.abc.es/sociedad/20130920/abci-marmuerto-seca-velocidad-metro-201309192008.html
http://www.diariosur.es/rc/20131210/mundo/acuerdo-para-conectar-rojo-201312100119.html
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