Escuelas de Verano ¿por qué no de Medio Ambiente?

Publicado en: Gestión Ambiental Municipal por Mila Martín. Texto original


Comenzamos el mes de Julio y con ello muchas Escuelas de Verano dan comienzo para satisfacer las necesidades de ocio de los más pequeños durante las horas en que muchos padres no pueden conciliar el cuidado de sus hijos con sus jornadas laborales. Muchas veces estos servicios son ofrecidos por los propios ayuntamientos siendo los encargados de esta labor los departamentos de cultura.

Escuela de Medio Ambiente
Autor:Gobierno Aguascalientes
Sin embargo, como técnico ambiental también puedes proponer que la escuela de verano tenga una temática ambiental para favorecer la concienciación de los más pequeños en esta materia, de modo que a través de las actividades lúdicas estivales los niños y adolescentes puedan desarrollar actitudes más respetuosas con su entorno y puedan aumentar su conocimiento a cerca de lo que les rodea; no olvides que lo que no se conoce no es posible amarlo y protegerlo.



Una de las sugerencias para la puesta en marcha de una escuela ambiental es establecer una temática concreta (agua, biodiversidad, energías,…) y tratar de adaptar la mayoría de dinámicas, actividades y juegos a la temática elegida para favorecer un conocimiento más integral sobre el tema concreto. Es importante combinar actividades que favorezcan la creatividad y la proactividad para fomentar que en un futuro estas generaciones sean capaces de buscar soluciones ante los grandes problemas ambientales que existen y que puedan surgir. Sin embargo, no debe olvidarse el componente lúdico para que los niños tengan una predisposición positiva y sean más receptivos en los aprendizajes.

La combinación de actividades de tipo taller en aula pueden complementarse con actividades de salida al campo y descubrimiento “in situ” del entorno. Momentos como los que un niño vive cuando llena su cantimplora y prepara su mochila para salir a explorar la naturaleza no tienen comparación y es labor de cualquier monitor que sea contratado para este tipo de escuelas el
Monitores Ambientales que lo viven
Autor: Universidad de Navarra
saber transmitir la vivencia de disfrute y de respeto por el medio natural (ojo, no os paséis en esto que luego puedes tener anécdotas interesantes. No olvidaré un día en que estuve explicando a niños de 8 – 9 años cómo el agua había moldeado los cantos rodados con mimo y esmero a lo largo de los años. El último día de campamento, al coger su maleta pesaba barbaridad y media. Nuestra sorpresa fue que ese día había llenado su mochila de piedras con la ilusión de llevarlas a casa y enseñárselas a sus padres!!!).


Para planificar una escuela ambiental ten muy en cuenta los destinatarios de la acción, (edades, realidades personales, ámbito en que viven, posibles dificultades, etc). También resulta fundamental para que la escuela tenga éxito hacer una planificación correcta de las actividades, con un calendario y horarios cerrado (¡ojo!, esto no significa que en momentos puntuales del desarrollo del campamento o escuela de verano no debamos ser flexibles para modificar las planificaciones pero es muy importante que exista una planificación previa).

El equipo de monitores debe conseguir establecer un continuo trabajo en equipopara facilitar el correcto funcionamiento de la escuela. Una de las cosas que puede ayudar es establecer alguna sesión previa antes de comenzar la escuela para planificar las actividades o desarrollar dinámicas de grupo que faciliten la cohesión de los miembros del equipo de monitores (cuantos recuerdos de estas sesiones de mis “grandes maestros” en educación ambiental en la gente de ADENEX).

Desarrollada toda esta labor o de forma paralela es fundamental poner en marcha mecanismos de marketing y publicidad para dar a conocer la escuela y conseguir así que los padres se interesen por llevar a sus hijos a esta escuela y no a otra.

Por tanto, resumiendo, es interesante plantearse que la escuela de verano municipal tenga temática ambiental y si puede ser una temática concreta mejor que mejor. Elegido esto puede buscarse el equipo de monitores que vaya a realizar dicha escuela, pudiendo implicarlos en la planificación de la misma para favorecer su cohesión y trabajo en equipo (por supuesto existiendo siempre una figura de coordinación). Además debe tenerse en cuenta una importante labor de publicidad de la escuela.

No quiero concluir este post sin mi reconocimiento especial a aquellos que cada año se esfuerzan por poner en marcha este tipo de actividades: asociaciones ecologistas, centros de educación ambiental, tanto públicos como privados, ayuntamientos muy concienciados a nivel ambiental,  albergues ambientales, etc.

No suelo hacer entradas hablando de conocidos, compañeros de camino y amigos pero dado que esto constituye parte de mi pilar vocacional debo hacer mención especial por supuesto a ADENEX y a su gente (Antonio, Pety, Andrés, Ana, Godfried, Elvira, Jose Mari, …). Ellos son los que me “moldearon” para querer ser por encima de todo educadora ambiental y ambientóloga.

De momento os dejo reflexionando sobre qué actividades propondríais para llevar a cabo una escuela de medio ambiente si fuerais técnicos ambientales municipales o parte del equipo de monitores contratado.


Recordad que lo importante es que una escuela de medio ambiente estival es una magnífica oportunidad para aplicar las metas de la educación ambiental: Dar la oportunidad para adquirir conocimientos, valores, actitudes, compromisos y habilidades para proteger y mejorar el medio ambiente y crear nuevos patrones de comportamiento hacia el medio ambiente.

Puedes leer y comentar el artículo completo en Gestión Ambiental Municipal