El motor económico de la construcción

Por qué los constructores-promotores construían tantas casas durante el “boom” inmobiliario. Por qué la gente compraba las casas. Explícalo conforme a las leyes del mercado. Cual era el rol de los intermediarios financieros en todo este tráfico inmobiliario…. ¿Se venderán las casas? ¿se seguirá construyendo? ¿se terminará la urbanización? ¿cómo será el futuro? En términos de Oferta y Demanda ¿cual es el principal problema que tiene el sector inmobiliario en la actualidad? Según las leyes del mercado cual seria la solución

Gran parte de las preguntas podrían encontrar cierto fundamento aquí: Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre régimen del suelo y valoraciones. (Vigente hasta el 1 de julio de 2007). Esta ley fue aprobada por el gobierno de Aznar, daba  lugar a que se realizasen recalificaciones de terrenos no urbanizables a urbanizables. Estas recalificaciones se realizaron en abundancia y a buen precio, aportando bonanza a la economía española que pronto vio empujado su motor económico “el santo ladrillo”.

Tan santo era el ladrillo, que cegó a los grandes de este dioses (los políticos) de este país, nuestra querida España. Fíjese si era santo el ladrillo, que probablemente también dejaría sordo a algún que otro dios cuando se le avisó sobre la inviabilidad del modelo económico. Será que en España con tanta misa se cree más en la multiplicación del pan y los peces que en los modelos matemáticos y predicciones que hacían los expertos.

La liberalización del suelo a buen precio dio vía libre al desarrollo urbanístico y por tanto a la construcción de casas, lo que daba trabajo a promotores, constructores y jóvenes de 16 años que abandonaban la ESO (enseñanza secundaria obligatoria) para ir a trabajar en el sector de la construcción. En resumen que había trabajo en el sector de la construcción, y España iba bien (como bien decía un hombrecillo con bigote). Claro que iba bien, había suelo barato sobre el que construir, lo cual incentivaba a las promotoras, se creaba empleo, había demanda de casas, los españoles comprábamos casas, los “guiris” (extranjero del norte de Europa, en el dialecto malagueño) compraban casas ¿Los “guiris también compran casas? Pues construyamos más casas. Y así fue había una gran oferta y una demanda casi tan grande como la oferta, los precios se mantenían altos y se seguía vendiendo.

Se perdió el norte, olvidamos que para orientarnos con una brújula hay que mirar hacia donde señala la aguja roja y levantar la vista hacia el horizonte, para tener idea de que obstáculos hay que sortear en un futuro próximo. Aquí ni brújulas ni horizontes, en esa época lo que estaba de moda era el GPS que venia en tu coche nuevo, que te habías comprado porque habías pedido prestado al banco un crédito hipotecario por el valor de la casa, de los muebles de la casa, y el del coche. ¿Le seguiría yendo bien a España, con sus nuevos GPS con los que no hacia falta mirar al horizonte?

Los intermediarios financieros no se libran en esta historia. Nuestros queridos amigos banqueros nos daban créditos por el valor sobreestimado de la casa gracias a la especulación y también para el coche. Total que ¿Como no iba a ir bien España? Había empleo en la construcción, los bancos ,que según las últimas clases de economía son las empresas mas importantes de un país a día de hoy, ganaban dinero prestando dinero y cobrando sus debidos intereses. Era tal el negocio de los bancos que regalaban créditos, nos ofrecían créditos para comprar dos casas. Y claro como seres humanos a veces nuestra memoria nos falla, la luz nos ciega y la avaricia nos embauca… pero como dice el sabio refranero “la avaricia rompe el saco”. Familias de 4 miembros con 3 pisos, dos de ellos como inversión para venderlos en el futuro a un precio mayor y así tener un patrimonio. Familias que con suerte tenían dos nóminas de 1500 euros, un crédito hipotecario para 2 o 3 casas y un par de niños. Nuevos ricos en España, gente que iba al banco, firmaba unos papeles y salía por la misma puerta por la que habían entrado siendo especuladores, entrando en el juego de la cruel economía de mercado, tomando riesgos sin tener nada con lo que apostar mas que aquello que le prestaron.

¿Se venderán las casas? Tomando como tiempo de referencia infinito y obviando eso que los modernitos llaman sostenibilidad, puede que sí. Pensando como un economista se podrían vender si bajan de precio ¿pero querrán los que antaño fueron nuevos ricos bajar su precio? ¿querrán las promotoras vender con pérdida? Quizás si se captan compradores en otras zonas se pueda vender cierta parte del “stock”. ¿si hay mas casas que familias españolas se podrán vender? ¿es obligatorio comprar una casa, no existe el alquiler? No sé.. yo me dedico a las ciencias ambientales de economía sé poco, me mantengo escéptico al respecto.

¿Se seguirá construyendo? Supongo que esta pregunta es en el supuesto de que se vende el stock y que la demanda vuelve a ser mas alta que la oferta, porque en caso contrario es un poco contraproducente esta pregunta ¿quién va a querer construir si no se vende lo que hay construido?. En ese caso probablemente sí pero seguramente a un ritmo menor y espero que con un mayor control por parte de la administración ambiental, porque ¿alguien ha pensado si en Benalmádena  hay agua para 15.000 viviendas, o si hay suficiente electricidad para ellas? No se son algunas preguntas que se le ocurren al escritor.

¿Se terminará la urbanización? Supongo que la urbanización del pocero no se acabará pues construir las 10.000 viviendas restantes suponen varios retos a día de hoy. El primero sería encontrar una demanda de 10.000 viviendas valoradas en precios más altos de lo que cuestan sus materiales, su espacio (suelo sobre el que se construyen) y la mano de obras necesarias para construirlas. El segundo que se me ocurre es encontrar agua para abastecerlas, luz, servicios no sé esas cosas que hacen falta para vivir en tu barrio y poder ver ese milagro de que salga agua cada vez que abres el grifo.

¿Cual será el futuro en términos de oferta y demanda? Pues la oferta se mantendrá ya que el stock es grande y la demanda baja por el precio del producto, el cual resulta sumamente inaccesible con las renta que suele tener una familia o una persona. Estancamiento es una palabra que se ajusta a mi visión de futuro para este mercado. Porque si algo he aprendido yo en estos años de crisis es que no me compro una casa pidiendo dinero prestado a un banco.

¿El principal problema del sector inmobiliario actualmente? Principalmente el precio de la vivienda  y la inaccesibilidad de las familias al crédito hipotecario. Secundariamente que algunos empíricos tomen la decisión de no comprar, o al menos de no solicitar hipoteca para comprar. O que simplemente la idea de vivir de alquiler deje de producirnos “inseguridad”