Publicado en: 1/4 de ambiente por TxemaCG. Texto original
Ayer, la intervención del diputado Toni Cantó sobre los derechos animales y la admisión o no a debate de la ILP (este punto es importante ya que no se entra en el contenido de la misma) para considerar la tauromaquia un Bien de Interés Cultural, suscitó mucha polémica.
Considero que el argumentario era confuso pero en el fondo Cantó lleva razón: los animales, actualmente, no tienen derecho a la vida. No existe nada como los “derechos animales” -salvo la edulcorada declaración de Londres (PDF 41 KB)-, nunca se los hemos reconocido a los seres irracionales que serían incapaces de asumir los deberes que estos conllevan. No pueden firmar un “contrato social” para adquirirlos. Pero es que ni siquiera los necesitan (en inglés), ya que somos nosotros los que tenemos el deber ético de tratarlos bien y en virtud a ello regular sus condiciones de vida para que sufran lo menos posible. Cuando maltratamos a un animal somos nosotros los que vulneramos nuestros principios morales.
Si, actualmente, estuvieran reconocidos estos derechos animales, sobre todo derecho a la vida, y acotaré este derecho a los que está demostrado que fisiológicamente sufren (por cierto, las plantas también lo hacen), muchas situaciones estarían supeditadas a estos derechos:
- Estaría prohibido comerlos.
- Las perreras no podrían sacrificar aquellos animales de los que no pudieran hacerse cargo. A la larga crearían un problema social y de salud.
- No podríamos construir infraestructuras en previsión de que, una vez en funcionamiento, algún animal muriera. Ellos no puede tomar medidas de seguridad por si mismos.
- No habría experimentación animal. Y acabaríamos de un plumazo con todo el avance que ello supone.
- Sería enormemente complicado actuar contra las especies invasoras. Podríamos provocar un problema de desequilibrio ecológico pero no estaríamos capacitados para resolverlo si la única forma de hacerlo fuera matar a los individuos que lo causan.
¿Debemos reconocer estos derechos a los animales? Obviamente, vistas las situaciones absurdas a las que nos llevarían, lo dudo mucho. ¿Dónde ponemos el límite de animales con y sin derecho a la vida? Ese es otro debate del que hay gente que sabe mucho más que yo pero considero que, de extenderse a todos los animales, nos llevaría a situaciones que rozarían el surrealismo.
Es posible que dentro de dos siglos esta entrada sea un claro ejemplo de postura “antianimalista”, de lo bárbaros que éramos en el siglo XXI, al nivel de aquellos que, hace siglos, consideraban a los negros y a los indios como animales pero yo soy un hombre de mi tiempo, estas son las circunstancias en las que vivo y las pruebas de las que dispongo.
Imagen destacada de Ofrockwood bajo licencia CC, vía Wikimedia Commons y dedicada a Fer Frías que de derecho sabe mucho más que yo.
Quizá te interese también:
La entrada Derechos animales: tu mascota no los tiene aparece primero en 1/4 de ambiente.
Puedes leer y comentar el artículo completo en 1/4 de ambiente