De paisajes y otras inherencias humanas

Publicado en: Thymus piperella por thymuspiperella. Texto original

Hablaba con Melanie, una estudiante de Filosofía y Letras de 23 años, y le hice una pregunta sencilla y sin aparente trascendencia. La pregunta era la siguiente: «¿Qué es un bosque?», a lo que me respondió que para ella era “un medio natural, un ambiente poco manipulado por el hombre”. Pensé que la respuesta era pura y perfecta, correcta y rotunda. Pero, a pesar de ser intachablemente justa, no es, ni mucho menos, la única definición que el concepto de bosque puede recibir. Si esa misma pregunta se la hubiera formulado a un maderero, a alguien que se gana la vida comerciando la madera, la respuesta hubiera sido completamente diferente y, sin embargo, igualmente correcta. Seguramente la definición de bosque de alguien que vive de la madera (como recurso económico, se entiende) no sería sino una simplificación de lo que realmente abarca el concepto de bosque, una reducción a lo meramente económico. No obstante, sería una definición igualmente aceptable y respetable.

La situación anterior sería igual, o como mínimo muy parecida, si reemplazamos el concepto bosque por el de océano, y cambiamos a uno de los encuestados por la figura de alguien que se dedica al negocio pesquero. En estas condiciones y con este escenario inducido de relativismo que os presento, haría una pregunta que incluye tanto al bosque como al océano; al río, al prado, al campo, a los animales y  las plantas, al aire, a las nubes, al viento y al sol. Incluso al propio ser humano. ¿Qué es el paisaje?

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Queda claro que paisaje no es un lienzo de Van Gogh, aunque en cierto modo sí, pues, si Vincent pudo pintar alguno, es que lo vio o, a las malas, lo imaginó. Pero no sería justo quedarse ahí. Un paisaje también se puede escuchar, se puede oler. Uno puede soñar con una bonita estampa, y deformarla a su antojo. Un paisaje se puede tocar, y puede transmitir frío y calor, o la sensación de ambos. Podemos darnos a nosotros mismos un empujón mecanicista y robótico y decir que un paisaje es un macro sistema formado por pequeños subsistemas interconectados; o podemos dejarnos llevar y ser un poco humanos y asegurar que un paisaje es naturaleza azarosa.

Pero lo cierto es que paisaje no es más que un espejismo. Una sensación. Lo representamos, nos impresiona, una alucinación, una idea… No es más que la percepción que recibimos del medio que nos rodea, y que es capaz de inspirarnos todo tipo de sentimientos. Es una percepción individual y subjetiva, como las más altas cualidades humanas.

Un paisaje es diferente para cada individuo, porque cada individuo es diferente para un mismo paisaje. Eso sí, un paisaje jamás será capaz de transformar a una persona como ésta puede transformar al primero, ¿o sí?

« ¡Friedrich! El único pintor de paisajes que había tenido hasta entonces el poder de remover todas las facultades de mi alma, el que realmente creó un nuevo género: la tragedia del paisaje» Caspar David Friedrich.

"Dos figuras en el bosque" (1890). Vincent Van Gogh.

“Dos figuras en el bosque” (1890). Vincent Van Gogh.


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