Publicado en: 1/4 de ambiente por TxemaCG. Texto original
En cualquier debate sobre una tecnología que acaba de comenzar (da igual que lleve más de medio siglo de cotidianidad con nosotros) como las ondas de radio, los alimentos a los que se le manipula el genoma, la energía nuclear o la nanotecnología siempre hay quien arguye que se deberían prohibir en virtud del “principio de precaución”. El problema es que normalmente lo que ellos llaman principio de precaución suele ser principio de miedo.
Me explico: el principio de precaución sirve para prevenir, para ser cuidadosos con algo que, bien manejado, nos da más beneficios que problemas. Un coche es algo peligroso, una tonelada de metal moviéndose a 80 km/h. Gracias a la aplicación del principio de precaución hemos desarrollamos una serie de reglamentos y permisos para manejarlo y reducir, en la medida de lo posible, su peligrosidad. Pero el argumento del que confunde precaución con miedo suele ser: “Sí, ya se que el coche puede ser muy beneficioso pero también muere gente así que siguiendo el principio de precaución creo (él siempre cree aunque interiormente afirma con rotundidad) que deberíamos prohibirlo.”
El principio de precaución es el que dice que si los campos electromagnéticos o determinado compuesto químico parecen tener efectos a un nivel determinado, el nivel legal será una magnitud inferior y si se tarda 23 años en aprobar un alimento transgénico es porque se está comprobando que sea inocuo para las personas y el medio ambiente, eso es la precaución.
Si nos dejaramos llevar por el “principio del miedo” se habría prohibido el fuego porque quema, el tren porque iba muy rápido (sí, eso fue un argumento en su época) o el preservativo porque no es fiable al 100 %.
Así que ¿principio de precaución o principio del miedo?
Silvio Rodríguez lo cuenta así de bien, no hay que pasarse de precavido pero tampoco hay que tomarse las cosas a la ligera.
Quizá te interese también:
La entrada Lo llaman principio de precaución y no lo es. aparece primero en 1/4 de ambiente.
Puedes leer y comentar el artículo completo en 1/4 de ambiente