Mira por donde pisas.

Publicado en: Thymus piperella por thymuspiperella. Texto original

A menudo uno medita sobre lo que le rodea, piensa en su entorno, en lo que le atrae y en lo que le disgusta. En lo que está bien y en lo que no funciona como debería. Es cierto que hay demasiadas cosas en el Medio que no funcionan como debieran, que se encuentran alteradas o perturbadas. Si nos centramos en lo que no esta bien, en muchos casos hay una buena conciencia. Se conocen los problemas ambientales, la gente sabe que el clima global está alterado, que hay especies en peligro de extinguirse, o que la Capa de ozono tiene un agujero. Si hiciera una encuesta preguntando cuales son los 5 problemas ambientales más importantes, estoy completamente seguro de que en la mayoría de las respuestas figuraría la contaminación de la atmósfera, el agujero de la Capa de ozono, o el cambio climático. Pero muy pocas personas mencionarían (ni siquiera se les ocurriría pensarlo) la pérdida de suelo.

El suelo no es el suelo de tu casa, ni el asfalto por el que circulas. El suelo es mucho más selecto, y para ser considerado como tal debe contener vida. Lo cierto es que es un gran olvidado, a pesar de frases hechas atemporales como “tener los pies en el suelo”, o refranes propios de un abuelo como “cielo empedrado, suelo mojado”, que nos acompañan en lo más cotidiano e íntimo.

Así es, el suelo es soporte físico de toda vida, el pilar maestro de la mayoría de los ecosistemas. La vida vegetal es posible gracias a que una roca suelo000original evolucionó a lo largo de miles de años y dio lugar a un suelo sano, que almacena agua, aire y nutrientes para ellas y para la micro y meso fauna que se desarrolla en él. A su vez, la macro fauna puede existir gracias al sistema de vida que se genera en torno a un suelo. El suelo sustenta la vegetación, la vegetación mejora las propiedades del suelo, las cuales permiten la existencia de la biota, que al morir pasa al suelo, mejorándolo. Y no nos olvidemos de nosotros, que no somos menos beneficiarios que el resto de seres vivos. Es más, somos los que más lo aprovechamos, tanto que el uso ha pasado a ser abuso. El suelo nos da, a parte de un cimiento para nuestro soporte y desarrollo, todo tipo de recursos imprescindibles para nuestra supervivencia. Todo, incluido, por supuesto, el propio alimento.

Entonces, ¿por qué lo tratamos con tan poco respeto?. Seguramente, la respuesta a esta pregunta sería la misma que para cualquier otro problema ambiental grave, como la pérdida de biodiversidad o la alteración del régimen climático global… Bajo mi punto de vista, todo tiene una misma respuesta, y esa respuesta es la siguiente: el sistema económico, basado El-suelo-y-sus-propiedadesen la horrorosa y muy poco inteligente idea del máximo beneficio, aunque sea a corto plazo. Esta idea es absolutamente opuesta al ritmo natural, “lento pero seguro”. Pero, centrándonos en la cuestión que nos ocupa, la pérdida de suelos la estamos provocando de formas muy diversas, porque no olvidemos que este es un problema de origen antrópico. Algunas de las maneras por las que perdemos suelo e hipotecamos el futuro de nuestra especie son: el modelo agrario de cultivos extensivos e intensivos, las mega construcciones que abarcan hectáreas y hectáreas de suelo fértil, el abandono de terrenos y consiguiente pérdida por erosión… Hace bien poco escuché a una profesora decir algo parecido a esta frase: “estamos sacando dinero de una cuenta en la que nunca ingresamos nada”, refiriéndose al suelo.

Me dejó pensativo, tenía razón. Solamente en Europa, el área aproximada de suelo cuya degradación ha sido inducida directa o indirectamente por el hombre es de 218.900.000 Ha, que supone el 23% del total del suelo europeo, es decir, prácticamente la cuarta parte del suelo del continente europeo se encuentra en condiciones de degradación, y ésta es achacable a la acción humana (Environmental Data Report, 1993-94). Es un dato inquietante teniendo en cuenta lo que supone el suelo para todo tipo de vida.

Para terminar, dejo unos gráficos que he elaborado con datos de la Environmental Data Report, y que cada uno saque sus propias conclusiones.

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Área estimada de suelo degradado por continentes (millones de hectáreas).
Gráfico: C. Cuenca.

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Porcentaje de suelo degradado por continentes.
Gráfico: C. Cuenca.


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