Parque Natural del Carrascal de la Font Roja en Otoño

Publicado en: Más allá de la ciudad por Fran Mercader. Texto original


    Más allá de la ciudad de Alcoy y de Ibi se encuentra el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja. Hasta allí nos dirigimos el pasado 9 de Noviembre para hacer una ruta que comenzaría en el Santuario de la Virgen de Los Lirios y finalizaría en Casa Tàpena (Onil). 

    El Parque Natural del Carrascal de la Font Roja fue declarado en 1987 y constituye un ejemplo excelente del bosque mixto mediterráneo. En la ladera norte, la zona más húmeda y fría, el bosque de carrascas se entremezcla con árboles caducifolios como el fresno, el arce, el roble valenciano o el quejigo, que le dan un color rojizo y amarillo en esta época del año al bosque, que es espectacular. También podemos encontrar plantas trepadoras como la hiedra y la madreselva y arbustos como la rubia, el durillo o el rusco.

    Los musgos y los líquenes cubren las rocas y los troncos de los árboles. Nosotros no tuvimos mucha suerte porque nos salió un día con mucha niebla y apenas se veía a 10 metros lo que tenías delante.

     Nuestro camino comienza en el Santuario, donde nos comentan que las casetas que allí se encuentran fueron chalets donde venían a veranear los ciudadanos más pudientes de Alcoy y que hace unos años existió un plan para transformarlas en un pequeño hotel con un bajo impacto visual y bien integrado en el paisaje. Al final el proyecto se desestimó por cuestiones políticas y quedan aún unas cuantas casas en pie.
Detalle de la sámara (fruto) de un arce

     También podemos encontrar el centro de información del Parque, un edificio gigante y moderno, que antiguamente era un hotel.








    Comenzamos el ascenso por la cara norte, donde podemos contemplar el bosque mixto mediterráneo hasta alcanzar el pico más alto de la sierra, el Menejador (1354 msnm). Por el camino, nos damos cuenta de que los recolectores de setas llegaron antes que nosotros y solo podemos encontrar algunos hongos parásitos como el de la imagen. 


     Toca descender, y llegamos a Cava Coloma (1290 msnm), el nevero más grande de todos los que encontramos en el Parque con 17 metros de altura y 13 de diámetro.  Estos neveros los construyeron vecinos de Ibi que se dedicaban al comercio de la nieve, para la conservación de alimentos cuando no existían los frigoríficos y para la fabricación de helado (junto con los juguetes, lo más significativo de este pueblo).

Cava Coloma (al fondo bosque mixto mediterráneo)
    Siguiendo con el camino llegamos al Mas de Tetuán, donde se encuentra un árbol monumental, un tejo con más de 350 años de antigüedad que le da nombre a la cima que se encuentra a pocos metros de allí, la Teixereta. Según nos comenta Julio, natural de Ibi, se le conoce así porque antiguamente toda esta zona era una bosque de tejos. 

     Seguiremos a continuación la ruta GR-7 que nos llevará a la Ermita de Santa Anna y Casa Tápena, donde finaliza nuestra excursión. En este sendero la carrasca se va sustituyendo progresivamente por el pino carrasco que inunda el valle y encontramos ya varios arbustos como la coscoja o el romero, y aromáticas como el tomillo, especies típicas de de zonas más cálidas. 

Mas de Tetuán y Tejo monumental
     Para finalizar nuestro día, nos dirigimos al Espacio Natural de Xorret de Catí (Castalla) a unos 1100 msnm, donde pasamos la noche tras ducharnos con agua fría (el termo no funcionaba bien) y comernos una chuletillas a la brasa. Recomendamos este sitio si queréis dormir cómodamente en plena naturaleza.







Fran Mercader

Más fotos (pinchad para ver en grande): 
El grupo antes de comenzar la excursión (y una niebla del copón)

Agallas (tumores) en una carrasca causadas por algún parásito
Miguel dando su charla sobre los neveros



Otras foto más! 
-> Chicharra alicorta http://www.flickr.com/photos/fran_beni/8181975189/in/photostream/lightbox/

Fotos: Fran Mercader y Eutimio Martínez


Agradecimientos: Alejandro de la Vega, profesor de la optativa "Gestión de Parque Naturales" por llevarnos a este lugar y organizarlo todo. Y a los vigilantes, técnicos y biólogos de Alicante Natura por llevarnos al inicio de la ruta y acompañarnos. 

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