Publicado en: 1/4 de ambiente por Txema Campillo. Texto original
Se dice que un país desarrollado es aquél donde los ricos van en transporte público y el nivel del transporte público dentro de la movilidad urbana es uno de los mejores indicadores del nivel de vida de una ciudad. El efecto vertebrador de una buena red de cercanía o metro, complementada con otra de autobuses pueden suponer la diferencia entre una ciudad prospera o una ciudad que quiere y no puede, que ciudades que está situadas 20-30 km de la gran urbe estén mejor comunicadas y se invierta menos tiempo en llegar o con la comodidad que otorga el transporte público, que otras que solo están a 10 km pero abocadas a coger el coche si no quieren tardar una hora.
Por eso me encantó el comentario que el viernes pasado escribió Juan Ignacio Perez en su muro de Facebook
Ribereños del Nervión:
Se cumplen 15 años de la inauguración del Guggenheim Bilbao. El del museo es un caso de éxito, sin duda. Ha sido emblema y polo de atracción de gentes de todo el mundo a Bilbao. Ha hecho más que eso: ha servido para que los bilbaínos, tras décadas de declive, recuperasen el orgullo de vivir en la villa, el ánimo colectivo. Ha generado riqueza y ha proyectado una imagen nueva de Bilbao al mundo.
Sin embargo, opino que se sobrevalora el llamado efecto Guggenheim. Creo que esta ciudad, esta urbe, no sería hoy lo que es, ni de lejos, sin el metro. El metro permite que haya un millón de personas que se encuentran, unas de otras, a una distancia máxima de 35 minutos. Y eso, la posibilidad de desplazarte a cualquier lugar, encuentro, evento, representación, manifestación, a trabajar o a estudiar en 35 minutos ha dado a la ciudad una vitalidad extraordinaria.
¿Alguien se imagina cómo sería vivir en Bilbao y, sobre todo, en su entorno sin metro?Juan Ignacio Pérez Iglesias de la Catedra de Cultura Científica de la UPV
Me gustaría ver Murcia dentro de 15 años (o 25, que Bilbao no pilló esta crisis) y comprobar como ha sido el efecto del tranvía en la movilidad urbana, si sirvió para reducir la distancia entre las pedanías o solo ha servido para que la gente vaya en transporte público a los centros comerciales y a las universidades desde un punto determinado de la ciudad.
Murcia necesita realizar más esfuerzos en su movilidad siendo como es uno de los municipios más grandes de España. En la ciudad, la nueva concesión de autobuses se ha traducido en un menor servicio y a nivel municipio, muchos ciudadanos se encuentran abonados al transporte privado si quieren ir a trabajar en un intervalo de tiempo razonable, desaprovechando una red de cercanías que hace años debería estar desdoblada y soterrada.En infraestructuras eso debió ser lo prioritario y no poner el tercer aeropuerto en un radio de 80 km.
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Otro tarifazo, fomentando el transporte público.
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