Políticas complicadas para vivir

Hoy el mundo vive en crisis. Los gobiernos dicen que es una crisis financiera, una crisis de deudas debido a que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. En cambio se podria pensar que se trata de una crisis de sistema, que hemos agotado el actual sistema y que se viene abajo al igual que otros sistemas ya lo hicieron.

En Grecia están rescatados desde hace unos meses, ahora el país está intervenido y toda la riqueza que se produce se destina a pagar la deuda que tiene Grecia. Se han bajado los sueldos a casi la mitad, la población malvive, hay suicidios, se pasa hambre, hay niños que no comen. Todo esto sucede día a día en silencio en ese país que fue la cuna de la democracia, y el casi inventor de los políticos.

Los telediarios no informan de las penurias por las que está pasando la población Griega, los telediarios muestran las calles en las que parece que todo es normal, que la gente vive bien y que todo sigue como antes. De forma que nos transmiten el falso mensaje de que vivir intervenidos no es realmente diferente a vivir sin estar intervenidos, intentan hacernos creer que eso es cuestión de política y que no afecta al ciudadano, que no afecta al día a día, que no afecta a la calle.

En España no estamos rescatados todavía y nuestros políticos lanzan el mensaje de que no somos Grecia, de que aquí no pasará eso. Podéis creerlo o podéis manteneros escépticos y no creer dicho mensaje. En todo caso la experiencia nos ha enseñado a elevar al máximo la duda, a no creer nada de lo que nos dicen  los políticos que nosotros hemos elegido. Quisimos dar un cambio, un cambio a mejor y elegimos un nuevo presidente. Veremos a ver donde nos lleva el presidente y si como el dice cree estar haciendo lo correcto. Yo personalmente pienso que no se debe creer sino saber y tener la certeza de que las acciones que una persona con la responsabilidad de dirigir un país tendran éxito.

Con lo que está cayendo hoy día, ni hablar de un crecimiento y un desarrollo sostenible, ni hablar de intentar cambiar el sistema y pensar en crecer menos y ser capaces de mantenernos con nuestras posesiones, ni hablar de frenar el consumo de facilitar al ciudadano el autoabastecimiento. Qué locura el decir a los mercados que no pagaremos la deuda ahora, que vamos a invertir el dinero en la nación, en las personas. Habría que estar loco para proponer un cambio de sistema.

Puede que se tache a algunos de  subnormales perroflautas antisistema que se manifiestan para que no den más dinero público a los bancos, menudos subnormales que piensan que van a conseguir algo. Pero señores políticos miren la situación de Grecia, comparen con Isalandia y preguntense que pasa en Estados Unidos que empiezan a despegar.