Publicado en: 1/4 de ambiente por Txema CG. Texto original
Ayer me llegó vía Clara Ávila está infografía de “El País” donde se preguntaban si, con la subida de los precios del transporte público, saldría más barato ir en coche o en metro.
Pero siempre se compara el consumo y se obvian dos factores tanto o más relevantes: el tiempo invertido real en el desplazamiento y los gastos fijos de un coche. El tiempo invertido en coche se puede ver aumentado por los atascos y por la búsqueda de aparcamiento. Ayer, mismamente, me desplacé en coche hasta el que fue mi lugar de trabajo hasta hace unos meses y, esquivando atascos, invertí lo mismo que en cercanías. Otro factor que no se tiene en cuenta son los gastos fijos de un coche: desde lo que cuesta un coche en propiedad, lo que nos cuesta el seguro, el impuesto de matriculación, las reparaciones que se tengan que hacer o la plaza de garaje en el centro que nos permita no perder tiempo en los desplazamientos.
Con todos esos factores en cuenta, vuelvan a realizar el cálculo a ver si les sale a cuenta. Yo, personalmente, veo mejores alternativas para combinar con el metro en caso de necesitar un coche en un momento puntual.
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