Ruta: Cases de Bernia – Fort y cima de Bérnia

Publicado en: Más allá de la ciudad por Eutimio. Texto original

     Después de la visita al Forat y una noche de fotografía nocturna, tocaba lo duro. Amaneció un día genial, buena temperatura, nublado y nosotros con ganas de comenzar.

     Todo parecía maravilloso, buena senda, nosotros muertos (nuestro físico un poco limitado) pero con ganas. Tras un ratito andando por sendas más o menos cómodas (20 min aprox) llegamos al "Fort de Bérnia":

     Se trata de una construcción ideada por Felipe II (1562), cuya función era la defensa de los pueblos costeros, y a pesar de dominar gran parte de la costa, estaba lejos e impedía una respuesta rápida contra un ataque, por eso, Felipe III ordenó derribarla para evitar su ocupación.

Panorámica desde el Fort de Bernia

     Un poco más abajo nos encontramos la Font del Fort (790 msnm) por la que baja muy poca agua (estamos en sequía). Hasta este momento todo idílico, pero ahora viene lo duro. Como ya sabéis no hay que ir por fuera de la senda marcada, pues nuestro guía (Arnau) se la pasa por el forro.





     Él decidió cruzar el matorral, pero que agradable matorral, era la especie Genista scorpius, conocida como "Aliaga" o "Angilaga", vamos, la de florecillas amarillas con pinchos, imaginaros el espectáculo que dábamos. Nuestras piernas eran un poema junto con nuestras quejas.

    Tras esta tortura, dos personas del grupo que nos acompañaba decidieron no seguir adelante y se volvieron para casa. Bueno, al final cogimos la senda, ¡que alivio! Pero de nuevo decidieron ir por donde sea menos por la senda. Ésta vez un canchal (rocas sueltas caídas), una matanza, pero tras un rato de sufrimiento, alcanzamos la senda.

     En esta última parte, contamos con 3 bajas (una por vértigo, y dos por vagos y gandules), no os voy a decir los nombres de los vagos porque estaría muy feo por mi parte, pero FRAN y DANI deben de hacer más ejercicio. Tras informar de las bajas, seguimos el camino hasta la cumbre, unos momentos vertiginosos pero con muy bonitas vistas.
En la cima de Bérnia

     Por fin llegamos a la cumbre (uso la palabra cumbre porque suena a más altura) a unos 1.128 msnm, y me doy cuenta de dos cosas: 1ª Fran se ha quedado el soporte de la cámara para el trípode y 2ª se han quedado con el chorizo y el queso. Menos mal que mu amablemente los compañeros que subieron con nosotros me ofrecieron alimento, ya que solo tenia el pan.

     Después de 30 agradables minutos disfrutando de las vistas, nos ponemos en marcha para bajar, ¿os acordáis de la subida tan brutal y matadora? Pues la senda estaba al lado del canchal, y nosotros haciendo los cabras (para no variar). La senda es una maravilla y bajamos en un visto y no visto. 

     Tras un maravilloso día de campo, naturaleza y alegría para nuestras piernas, que mejor que una ducha, la siesta del borrego y ¡una paella del cocinero Santi!, esto si que es disfrutar.

      Hasta aquí todo lo interesante, porque ya por la tarde Santi tenia "noseque" de un santo de su tía y ya la noche no os la cuento porque esto es un blog de... ¿alguien lo sabe? 

      Muchas gracias por tu atención y espero escribir pronto, es todo un placer darle a esto del teclado.

                                                                                                Eutimio Martínez Crespo



Nocturna con Fran 




Fort, foto de Fran



Puedes leer y comentar el artículo completo en Más allá de la ciudad