Publicado en: Más allá de la ciudad por Fran Mercader. Texto original
Eutimio, Julio, Fran e Irene |
El pasado viernes Más Allá de la Ciudad se dirigió al Faro de Santa Pola para comenzar una ruta por la Sierra de Santa Pola. Hasta allí nos dirigimos Julio, Irene (Airín), Eutimio y yo tras una serie de problemas que hizo que llegásemos a las 10:30 de la mañana.
Partiendo del faro, donde dejamos el coche, nos encaminamos con un sol radiante hacia la Torre Escaletes que sería el punto de retorno. La mayoría de la vegetación existente en la zona más alta del cabo es esparto (Stipa tenacissima) cubriendo la totalidad de un terreno bastante pedregoso (cuidado con correr cuesta abajo por este terreno... puedes caerte y pelarte las manos y las rodillas... ejem).
Mapa de la ruta realizada |
Tengo que decir que la ruta que hicimos no fue buena, nos adentramos entre tanto matorral, sin seguir una senda y tuvimos que deshacer bastante camino para poder atravesar los barrancos que íbamos encontrando, como diría Danisan, "¡Parecéis nuevos!".
Tras más de media hora caminando y haciendo fotitos al paisaje y a las distintas especies vegetales que íbamos encontrando como las orquídeas que fotografió Uti con su macro (foto al final), decidimos refugiarnos del sol que caía, debajo de unos pinos, para almorzar.
Después de llenar el buche, nos pusimos a buscar una senda que seguir y dejar de hacer el cabra por el monte. Desde lejos divisamos un monolito blanco (foto derecha) de piedras, bastante llamativo. Tras pasarlo, ya por fin, siguiendo una senda, llegamos hasta una antena bastante grande desde la que se divisa a pocos metros la Torre Pep o Torre Escaletes.
Esta torre, situada muy cerca de las urbanizaciones más caras de Santa Pola, está datada en el siglo XVI. Es contemporánea al castillo de Santa Pola y se cree que seguramente fue construída sobre otra de origen musulmán. Se encuentra a 80 metros de altitud (la más alta de todas las torres vigía del municipio). Su estado de conservación es bastante bueno, aunque los imbé**les de los grafiteros ya se han encargado de ensuciarla.
Un par de fotos y emprendemos el camino de vuelta hacia el faro. Seguimos la senda por la que vinimos, pasando el monolito, hasta que vimos que el faro se iba quedando cada vez más lejos a nuestra derecha, y adivinad que hicimos. Sí, el cabra, volvimos a meternos por en medio de los matorrales y los pinos para "acortar" el camino.
Algo que nos resultó bastante llamativo es que conforme avanzábamos íbamos pasando por distintas comunidades vegetales. Pasábamos de estar en un bosque de pinos típico de la zona, pasando por un bosque de eucaliptos que nos hacía sentir en Australia (son árboles exóticos, invasores) hasta llegar a una zona de enebros de Tetraclinis articulata. Y en escasos metros como demuestra la imagen.
Antes de llegar al faro, donde habíamos dejado el coche, nos encontramos con el vértice geodésico (sin querer, ni saber de antemano su existencia) que está situado sobre un búnker de la guerra civil recientemente reformado (hay 2 más muy cercanos a éste).
Como curiosidad, decir que, el faro está construido (año 1858) aprovechando la estructura de una antigua torre vigía (Torre Talaiola) de la época romana que formaba parte de las torres vigías de Santa Pola.
Al volver a casa decidimos ir por la costa. A continuación os pongo alguna de las fotos que hicimos.
En la playa con el Faro al fondo. |
Pequeño embalse que desconocemos su utilidad |
Ophrys speculum (Eutimio Martínez) |
Distancia (aprox.): 5,5 km.
Duración: 2 horas.
Desnivel positivo: Ninguno.
Dificultad: Ninguna.
Fran Mercader
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