La censura en prensa

Publicado en: Andanzas de un Trotalomas por Trotalomas. Texto original

Resulta curioso que a muchos a los que no se les cae de la boca la “libertad de prensa” hagan gala de una censura más que manifiesta cuando se realiza una crítica de los poderes políticos. Es el caso del diario Ideal de Granada, que durante esta mañana ha publicado una noticia sobre la Fiesta del Dragón que va a llevarse a cabo en Santa Fe (os recuerdo antiguas entradas del blog sobre la realidad de esta fiesta) y que está recibiendo todo tipo de comentarios en muchas ocasiones poco documentados, pero en cuanto es publicado el siguiente comentario crítico resulta borrado:

Me gustaría que quienes comentan y defienden el “modo de vida” de esta gente “sin vicios” que viene a “celebrar la amistad, el buen rollo” y demás consignas que parecen sacadas directamente de un manifiesto hippy conociera de primera mano cuál es la realidad de esta fiesta. Esta gente se concentra de forma ILEGAL (los asentamientos y acampadas libres están prohibidos, no lo olviden), molestan a los vecinos de Santa Fe y alrededores por el elevado volumen de su música y destrozan de forma impune el ecosistema en el que celebran su buenrollismo. Venden drogas con total impunidad (solo hay que consultar las fotos de las ediciones de años anteriores en Facebook), introducen los coches donde les da la gana y destrozan el ritmo circadiano de los animales con las luces, el insoportable ruido (montan equipos de sonido profesionales y la música electrónica se oye desde cualquier punto de la vega) y los innumerables perros que llevan a esta “celebración”.

¿Y qué hace el Ayuntamiento de Santa Fe? Nada. ¿Y la Policía Local? Nada. ¿La Guardia Civil? Nada. El Ayuntamiento lleva años tratando de encontrar una excusa para que la gente vea con otros ojos la construcción de viviendas de lujo y campos de golf en la zona, y el hecho de que esta panda de perroflautas (que, por cierto, su rollito antisistema no es más que una pose, como demuestra su forma de actuar) esté allí dando por culo lleva a los vecinos a plantearse si no sería mejor dar un uso urbanístico a ese suelo, cuando no debería ser así, en virtud de la riqueza natural con que cuenta la zona. En Santa Fe se multiplican los robos, aumenta la sensación de inseguridad y cuesta hasta dormir por la noche, mientras esta gente se divierte “sanamente”. ¿De verdad queréis que encima los aplaudamos? No se puede respetar a quien no respeta.

Esto ha ocurrido en varias ocasiones, y cuando he probado a reproducirlo (en una o varias partes, por si se trataba de un problema de la longitud del mismo, aunque me extrañaría, como usuario y como profesional de la informática, de no mediar un aviso sobre un número de caracteres máximo en el mensaje) he visto cómo era sistemáticamente borrado en pocos minutos. Así las cosas, dejo también mi propio comentario por aquí, por si les da por borrarlo, ya que en la cuenta de Twitter del diario tampoco dan explicación alguna cuando les he preguntado.

Por partida doble, una Granada de vergüenza.

No solo la única forma en que parece que sabemos celebrar las cosas es a base de ríos de alcohol, sino que la falta de respeto y civismo de dichas fiestas es más que manifiesta. En el caso de la Fiesta del Dragón, se celebra junto a un paraje natural donde la fauna resulta molestada de forma cruenta por la presencia de la gente y el elevado sonido de una música que se deja oír por la noche en el propio núcleo urbano, a varios kilómetros de distancia.

Algunos colectivos y muchos ciudadanos de Santa Fe han luchado durante años para que esos terrenos no acaben urbanizados y se pierdan para el uso y disfrute de la gente, pero el mal uso que se les está dando merecería acciones más claras por parte de las autoridades, que simplemente salen del paso con pobres declaraciones sobre la “seguridad” del ciudadano. Poca seguridad hay allí cuando dejas el coche en la zona y te los encuentras robándote, tal y como cuenta la gente del pueblo que ha ocurrido otros años.

Me gustaría que algún responsable del diario se dignase a explicar el motivo de dicha censura a un comentario que se expresa en términos respetuosos, dentro de una manifiesta indignación más que comprensible (y lo ratifico como vecino del pueblo, siquiera ahora de forma ocasional), pero creo que eso va a ser mucho pedir.


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