2012: año de elecciones

Publicado en: ambientologos por Ambientólogos. Texto original

El 2012 toca las puertas con ansias y es año de elecciones presidenciales. De entrada lo único que eso me dice es que México será un bullidero de propaganda y mala publicidad: dinero gastado en forma de carteles con malas fotografías de los candidatos; dinero que fue ganado con sudor y es tirado a las banquetas.  Esto me hace cuestionarme, entre otras cosas, qué vamos a elegir en las próximas elecciones. ¿Al candidato menos malo? Eso antoja sumamente conformista y en realidad no resuelve mucho; hacerlo es seguir atacando síntomas.

Lo que en realidad deberíamos estar haciendo es repensando el sistema en el que estamos, cuestionar quiénes llevan las riendas realmente y por qué los apoyamos o  no. Por lo que yo veo, nos encontramos inmersos en una forma de vida caduca, sobre todo aquellos que residimos en las urbes. Pensar en un crecimiento o desarrollo continuo y acelerado en un mundo donde los recursos son limitados, y considerando que somos siete millones de personas, es una idea ridícula. Sin embargo, quien esté leyendo esto, seguramente se ve “beneficiando” de este sistema inequitativo y es por eso que no hace ni le preocupa cambiarlo.

Un título (o plaza en su defecto), diploma de excelencia, un buen trabajo, coche del año, vacaciones del otro lado del charco… Es con lo que muchos sueñan y lo que pocos consiguen. Ahí justamente reside el problema, en los que sostienen el sistema, en nosotros, seres humanos que han olvidado sus raíces colectivas y se han vuelto entes egoístas y en extremo individualistas. ¿Por qué no pensamos mejor en salud, educación, justicia, trabajo digno, tierra, independencia, libertad, democracia, vivienda, comida y paz para todos, no sólo para nosotros?

Dicen que todos obtienen lo que merecen y eso lo creo. Somos el país que somos porque nos lo merecemos, porque a pesar de los intentos de cambio, hemos dejado que los de arriba nos pisoteen, nos hemos dejado apaciguar por unos cuantos; porque no hemos sabido ser solidarios ni distinguir entre los que luchan por el pueblo y los que luchan por sus intereses. Si, así somos los mexicanos. ¡Qué lástima! Tenemos tanto y no hemos sabido aprovecharlo. Sí, aunque nadie lo crea, en México hay, y sobra, para dar de comer a su gente. Para lo que no nos alcanza es para mantener a los vecinos del norte en sus casas con aire acondicionado para los calurosos días de verano y calefacción para el invierno.

Todo esto hace que me invada una profunda tristeza por aquellos que con trabajos tienen para comer por culpa de aquellos que comen de más. Me da lástima que el estilo de vida que predomina en mi país, de telenovelas y revistas de chismes. La ira y el enojo también invaden una parte de mi ser porque no estar haciendo nada cuando hay tanto que cambiar. Son esas emociones las que me han llevado concebir las cosas una manera diferente, a abrir los ojos y darme cuenta que yo puedo ser el cambio si me sumo a aquellos con los que comparto ideales porque voy a dejar de indivualizarme de hoy en adelante con el propósito de ser parte de algo más grande que mi misma.

Estos ánimos no nacieron con mi generación, nos fueron heredados desde hace doscientos años. ¿Dónde quedaron esos espíritus jóvenes, con ansías de revolución? Muchos fueron absorbidos por la propaganda, pero otros siguen ahí, esperando el momento de alzar la voz de nuevo.

Este 2012, yo elijo un cambio, yo exijo el cambio; porque sé que podemos y sé que debemos. Basta ya de conformismos y lujos, basta ya de cerrar los ojos a la realidad.  Sea por miedo, dependencia, no poder escapar o no poder controlarnos, es tiempo de arriesgarnos. Es el momento de pensar fuera de la caja y hacer las cosas diferentes. Es el momento de revelarnos en contra de los prejuicios que hemos arrastrado como sociedad tanto tiempo y ser solidarios con el vecino. Ya basta de esa pasividad que nos corrompe. Es momento de elegir.

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Danielle Barriga Guijarro

Lic. Ciencias Ambientales


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