De Tentación y Páginas en Blanco…

Publicado en: ambientologos por Ambientólogos. Texto original

¿Por qué escribir aquí y ahora?

Porque el filo de la pluma no se resistió a la blancura de está página. Porque las palabras se han ahogado en un enorme océano de argumentos pululantes que desean salir a flote.

Escribir es tentadorPorque la expresión se funde entre los dedos, seduce a los labios, se mezcla con los sonidos viajeros en un mar de falso silencio. Porque la palabra es el pronunciamiento no sólo de la mente, sino también del alma. Porque existen los términos, las premisas y los argumentos; también las miradas, las sonrisas y los lamentos.

Porque está vez no se trata de ti ni de mí, sino de nosotros. Nosotros como un montón de seres humanos, que van más allá de la acumulación bestial de macromoléculas, estructuradamente ordenadas que han incitado a las múltiples máscaras de la persona a relucir sus monotonías y sorpresas.

Porque vivimos, viajamos alrededor del sol, como si las propias acciones no tuvieran una reacción de igual magnitud, pero de sentido contrario.

Porque nunca está de más intentar traspasar las barreras diseñadas por uno mismo.

Porque es lamentable ver los contrastes y la falta de equidad en tu propia colonia. Porque mientras  no se vea afectada mi persona, no me importa lo que pase.

Porque la falta de comunicación y solidaridad entre nosotros mismos, es un veneno aún más mortal que el Arsénico. Porque es vivir aislados, enajenados, y con una falta de interés por quien se encuentra a un lado, creyendo que el equilibrio del mundo se perderá sin uno mismo.

Porque no observamos más allá. Porque hemos perdido la capacidad de mirar al entorno y percatarnos de que todo forma parte de algo más grande. El grano de arena, las dunas, la playa, el encuentro del océano con el continente y todo lo que de ello se deriva…

Porque nos quedamos quietos, viendo los ríos contaminados por la codicia de unos cuantos y el desamparo de otros tantos.

Porque esa sustancia rojiza que mancha las calles es harina de otro costal; y mi cuerpo no protesta, mi cuerpo inmóvil, sésil, permuta frente a la caja de luces intermitentes e instantáneas que aturden y reprimen cada emoción que pudiese sentir.

Porque la atmósfera está saturada de indiferencia y gases que enardecen la tierra, que respiramos día a día, sin siquiera cuestionar.

Porque creemos haber inventado al tiempo, siendo que él nos creó a nosotros. Porque las artimañas del tic-tac resultan en una carcajada estrepitosa contra su usuario y mentor.

Porque somos 7 billones de universos desconectados, carentes de brújulas comunes, brújulas que no apunten hacia el norte, sino hacia una vida buena… una buena vida en equilibrio con la mente, el cuerpo y el entorno. Porque a fin de cuentas… somos una parte de él.

Ana Alejandra Leal Lara
Lic. en Ciencias Ambientales


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