Publicado en: Andanzas de un Trotalomas por Trotalomas. Texto original
Tan importante como hacer camino al andar es echar la vista atrás y ver el camino que no se ha de volver a pisar. No, al menos, si no deseamos tropezar dos veces con la misma piedra, y aunque siempre habrá otras que entorpezcan el camino debemos intentar ver lo positivo de los obstáculos: nos fortalecen, hacen nuestro andar menos aburrido y sirven de arma arrojadiza.
Vuelvo una vez más a hacer un alto, a sentarme junto al camino para echarme al gaznate algo que me refresque. Cierro un año más en la UNED y me viene a la memoria la primera entrada que dediqué a estos menesteres. Recuerdo las palabras de Roberto de El Guisante Verde Project y no puedo más que darle una vez más la razón. Rememoro los buenos resultados del año pasado y de este, si bien me queda el sabor amargo de un vaso de achicoria, me consta que no debería quejarme. No ha ido mal —nada mal según opinan quienes cerca me tienen—, si bien he acabado con la sensación de que podría haber dado más de mí y que el esfuerzo dedicado no se correlaciona con los resultados obtenidos.
Tal vez sea demasiado crítico conmigo mismo, no sé, pero lo que sí me consta es que este año pude disfrutar mucho menos de la carrera que el anterior. Diversas obligaciones y retos a superar a varios niveles, así como una indebida orientación hacia la obtención de resultados en las asignaturas, han hecho que me replantee cómo continuar con la carrera este año. Por esto, y porque quiero emprender nuevas aventuras y empezar a atar algunos de los miles de cabos sueltos que he ido acumulando, imagino que me matricularé de menos asignaturas y que las exprimiré al máximo. Pero bueno, de todo esto tal vez os vaya contando algo más adelante. Quería agradecer, eso sí, todo el apoyo recibido durante este tiempo. Los que lo recibís sabéis quienes sois.
Quedándome con los aspectos positivos, tendría que decir que he descubierto en mí a un sociólogo inesperado. Durante estos dos años he cursado tres asignaturas relacionadas con la sociología (“Medio Ambiente y Sociedad”, “Acción colectiva, poder y medioambiente” y “Técnicas de investigación social para estudios medioambientales”) y no solo me han gustado sino que encima no se me han dado nada mal. Cuando decidí estudiar Ciencias Ambientales sabía que, junto a asignaturas puramente científicas o técnicas, tendría que enfrentarme a otras relacionadas con el derecho —nada nuevo bajo el sol para quien cursó estudios en su día relacionados con la administración y lleva años buceando en legislación medioambiental por mor de los proyectos con impacto negativo sobre el entorno que asfixian nuestro territorio— y otras materias diversas. La sociología no era de las que más me llamaba la atención a priori, si bien la antropología siempre me ha resultado interesante. La carrera ha dispuesto para mí a través de estas asignaturas el marco teórico a tantas horas de trabajo en el pasado, a las movilizaciones, a la resolución del conflicto entre agentes sociales, al análisis del discurso “por dentro” y “por fuera”…
Terminando con esta entrada, una más de las de “pensar desde blog”, os reto a adivinar qué asignatura estoy deseando cursar este año, dando además “el salto de la Licenciatura al Grado”. Os doy una pista:
Fácil, ¿verdad?
¡En pie! Prosigamos caminando.
Puedes leer y comentar el artículo completo en Andanzas de un Trotalomas