Publicado en: Comunicar Sostenibilidad por Samuel Andreu. Texto original
Fotografía de vladimir prieto, publicada en Flickr bajo licencia CC By 2.0 |
Los indicadores proporcionan información sobre el estado de un aspecto en un determinado momento. Además, las series de datos de cada indicador nos sirven para conocer la evolución de dicho aspecto a lo largo del tiempo. Esto es muy importante ya que nos va a permitir:
- Establecer objetivos respecto a ese indicador y conocer el grado de cumplimiento de los mismos. Con ello pretendemos que la empresa sea más eficiente.
- Crear modelos de predicción del comportamiento del indicador basados en su tendencia. Esto nos permite anticipar las necesidades futuras, lo que genera ahorros en el uso de recursos.
- Conocer la existencia de desviaciones del indicador provocadas por malos funcionamientos o averías.
- Tener datos para elaborar un reporte.
Te propongo unos pasos para establecer un sistema de indicadores:
1º Diagnosticar la situación: ¿Qué aspectos de la actividad producen impactos en el medio ambiente?
Si dispones de una relación de los aspectos ambientales existentes en la actividad te será más fácil establecer el sistema de indicadores. Para ello, si tu empresa dispone de un Sistema de Gestión Medioambiental implantado puedes recurrir a la documentación del mismo. En caso contrario, puedes llevar a cabo un análisis de las entradas y salidas existentes para cada proceso.
Ejemplos de análisis para el proceso de mezclado en una empresa de fabricación de artículos de caucho vulcanizado:
Entradas: Caucho sintético, aceites, aditivos, electricidad.
Proceso: Mezclado.
Salidas: Envases contaminados, restos de mezcla inservible, emisiones a la atmósfera, envases y embalajes no contaminados.
Ejemplos de entradas que te puedes encontrar en otras actividades: materias primas, materias auxiliares, energía (electricidad y gas principalmente), combustibles, agua,…
Ejemplos de procesos que te puedes encontrar en otras actividades: Logística, producción, oficinas, administración, procesado, envasado y expedición, homogeneizado,…
Ejemplos de salidas que te puedes encontrar en otras actividades: vertidos, emisiones a la atmósfera, emisiones acústicas, residuos peligrosos, residuos no peligrosos,...
2º Elegir los indicadores
Ahora debes elegir los indicadores que formarán parte de tu sistema y que estarán basados en el diagnóstico previo. En función de la complejidad de los procesos existentes en tu empresa tendrás que disponer de un número mayor o menor de indicadores que abarquen todos los impactos de la empresa. Mi consejo es que si estás empezando no crees más de 10 indicadores.
Te recomiendo que tengas en cuenta los siguientes condicionantes a la hora de diseñar tus indicadores:
- Escoge indicadores sobre los que puedas actuar y plantearte objetivos. Por ejemplo, en un taller mecánico el volumen de aceites usados generados no es indicador sobre el cual podamos establecer un objetivo ya que esa cantidad estará en función del número de clientes del establecimiento.
- Escoge indicadores que sean claros y te aporten información esencial.
- En un primer momento se te pueden ocurrir indicadores absolutos (cantidad de residuos generados, kWh consumidos, volumen de agua requerida,…). Estos indicadores son buenos para proporcionar una idea del impacto en el medio ambiente de los aspectos ambientales de la empresa; sin embargo, para mejorar los resultados en términos de eficiencia deberemos utilizar indicadores relativos: aquellos que dan una idea unitaria de ese aspecto.
3º Establecer el sistema de recogida de datos y la frecuencia.
A la hora de establecer el sistema de recogida de datos recomendaría crear una tabla en la que se indiquen para cada uno de los indicadores las siguientes características:
- Unidades
- Fuentes de los datos: facturas de consumos o de pedidos, registros legales de residuos peligrosos, datos de las entregas a gestores registrados, facturación de la empresa,…
- Frecuencia de recogida de datos: elige la frecuencia más lógica acorde a tus necesidades y las posibilidades de obtención de información. Por ejemplo, si la factura del agua es trimestral, no crees un indicador mensual que utilice esta fuente (el caso es real).
- Marcarse un objetivo de mejora: realista y medible a través del indicador escogido. En el primer año si no hay datos anteriores no se va a poder establecer este objetivo por lo que tendríamos que dejarlo para el siguiente.
No os olvidéis que los datos que se obtengan de un mismo indicador tienen que ser siempre coherentes entre sí para ser comparables: es decir, recogidos con la misma frecuencia, método y condiciones.
4º Evaluar, mejorar y reportar
Una vez pasado un tiempo (puede ser un año) es recomendable:
- Hacer una evaluación del sistema de indicadores: comprobar si ha cubierto las expectativas planteadas, si es necesario crear, eliminar o modificar algún indicador.
- Analizar los datos obtenidos por el sistema de indicadores: ¿las medidas de mejora propuestas han sido útiles para lograr los objetivos de mejora? Si no es así, ¿Por qué?, ¿Hay que revisar los objetivos o crear nuevos? ¿Cuáles son los puntos a mejorar?..
- Incluir los resultados en el reporte medioambiental anual.
Para terminar os enumero unos cuantos indicadores:
Consumo de energía (kWh), consumo de energía por unidad producida (kWh/producto), consumo de agua (m3), relación entre el producto y el embalaje (g de embalaje/kg de producto), residuos peligrosos generados (kg), residuos peligrosos generados por unidad de producto (kg/producto), papel consumido por trabajador (kg papel/trabajador), residuos no destinados a vertedero (kg), tasa de reciclaje, número de incidentes,…
¡Saludos!
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