Publicado en: ambientologos por Ambientólogos. Texto original
En un mundo cambiante, que gira cada vez más deprisa, el ser humano es una especie que habita en él y lo hace girar aún más rápido con los constantes cambios que genera. Lo que nos hace diferentes de los demás terrícolas es precisamente esa capacidad de generar avalanchas de sucesos (de las cuales no tenemos control) cada segundo. Cada decisión que tomamos afecta nuestro entorno de manera exorbitante, muchas veces rompiendo el delicado equilibrio del cual dependemos. Sin embargo, no debemos olvidar nunca que también estamos a merced del ambiente, de las inclemencias del clima, el cual también nos hace cambiar, adaptarnos, y eventualmente, evolucionar.
Esto es lo que se plantea en el documental de la BBC, Walking with Cavemen. En él se habla de la evolución del Australopitecus debido al cambio de vegetación en África, que pasó de ser una selva tropical a una sabana. Esto impulsó el andar bípedo de nuestros ancestros porque, a pesar de ser un riesgo, había un ahorro energético lo cual le permitía invertir más energía en procrear. Lento pero seguro, a lo largo de miles de años y a base de prueba y error, ese Australopitecus se convirtió en la criatura dominante del globo. Desarrolló características únicas que le permitieron adaptarse mucho más rápido que otras especies, como fueron el lenguaje, la fabricación de herramientas, imaginación, inteligencia y lograr transmitir sus conocimientos de una generación a la otra, logrando así forjar una cultura.
Hay otras cosas que, potenciadas por la inteligencia y el lenguaje que hemos desarrollado, nos hacen ser diferentes: envidia, corrupción, desinterés, codicia, egoísmo… Conductas que ocasionalmente se presentan en otros animales pero jamás con los mismos resultados.
Las consecuencias de que la evolución cultural no vaya a la par con la biológica han sido desastrosas para nuestra naturaleza: nos hemos alejado de nuestra esencia, pasando a segundo término las relaciones con lo que nos rodea, concentrándonos sólo en las cosas materiales que fabricamos. Y esto no es sólo fatal para nosotros, también lo es para todo aquello que nos rodea. Falsamente, nos hemos convertido en dueños y señores de lo que está a nuestro alcance (y también de lo que no), causando estragos en nuestra única casa. Olvidamos que el ver, saber y entender nos da responsabilidades, no derechos y nos hemos limitado a ser como niños con una caja de dulces, comiendo y comiendo sin medir las consecuencias.
Todo esto es lo que nos hace humanos, lo bueno y lo no tan bueno es intrínseco a nosotros. Como especie y como civilización nos encontramos en un momento crítico, en el que nuestras decisiones marcarán el rumbo de ecosistemas completos. La selección natural entrará en juego una vez más; lo único que queda es esperar para averiguar si seremos capaces de adecuarnos o no a los cambios, porque la Tierra existió antes que nosotros y seguirá allí aunque nosotros nos encontremos a muchas lunas de distancia.
Danielle Barriga
Lic. en Ciencias Ambientales
Para ver más sobre “Walking with Cavemen”
Visita: http://www.bbc.co.uk/sn/prehistoric_life/tv_radio/wwcavemen/
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