Acción social y cumplimiento legal no son sinónimos de RSE

Publicado en: Comunicar Sostenibilidad por Samuel Andreu. Texto original

Planet Perth
Fotografía tomada por aeu04117 y publicada en Flickr bajo licencia CC-By 2.0

Este post lo escribo porque a lo largo de las últimas semanas me he encontrado en alguna ocasión con la misma situación: representantes de empresas que hablan de los avances de sus respectivas organizaciones en materia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y se refieren exclusivamente a actuaciones obligadas por la legislación sectorial de medio ambiente tal y como la entrega de residuos a gestores autorizados, o bien a actuaciones vinculadas a la acción social como son el patrocinio y mecenazgo.

Evidentemente ambas son acciones positivas (teniendo una de ellas un carácter obligado y la otra voluntario), por lo que es justo ponerlas en valor (en mi opinión a ambas). Sin embargo, en relación a la RSE se cometen dos errores conceptuales:
  • Las actuaciones de RSE tienen un carácter voluntario y son impulsadas por las propias organizaciones por lo que van más allá de lo exigido por las diferentes regulaciones.
  • La acción social es una parte importante dentro del concepto de RSE, pero sigue siendo eso: una parte. En caso de no entender la globalidad que implica la aplicación de criterios de RSE en la organización se estarán haciendo avances en acción social pero no necesariamente en Responsabilidad Social.  
Para poder interiorizar y aplicar adecuadamente los principios de RSE en una organización debemos tener en cuenta que estos pivotan sobre tres grandes planos: social, económico y medioambiental.

No es mi intención en este post profundizar en la definición del concepto de RSE. No obstante, si estás interesado puedes revisar las que dan organizaciones como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Unión Europea o Wikipedia.

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