Publicado en: Comunicar Sostenibilidad por Samuel Andreu. Texto original

Fotografía tomada por epSos.de publicada en Flickr bajo licencia CC-By 2.0
¿Cuántas veces habré oído de boca de los responsables de medio ambiente de las empresas la frase que titula este post? Lo cierto es que ha sido en incontables ocasiones.
Puede resultar llamativo, o por lo menos a mi me lo parece, que los profesionales dedicados a la gestión ambiental en las empresas identifiquen con tanta recurrencia la dificultad para lograr alcanzar los objetivos de mejora en cuanto a segregación en origen de los residuos. Lograr que los compañeros de otras áreas depositen acertadamente en su contenedor respectivo los diferentes residuos es por lo tanto una cuestión más compleja de lo que podría parecer en un principio.
La deposición de residuos en un contenedor para el que no están destinados responde, por lo general, a una actitud no premeditada motivada por varios factores, entre los que destacaría la desinformación y la falta de sensibilización. En cuanto al primero, es relativamente fácil de suplir mediante:
- Manuales de bienvenida destinados nuevas incorporaciones (ver Recursos).
- Paneles informativos (ver Recursos) y etiquetas identificativas.
- Charlas y reuniones.
Creo que las siguientes acciones pueden ayudar a sensibilizar a los compañeros y lograr con ello su colaboración:
- Formación en grupo: impartida por el propio responsable de medio ambiente o por un profesional externo a la empresa.
- Charlas individuales.
- Encomienda de acciones: son acciones ejemplares que pueden tener una carga sensibilizadora relevante. Se puede ser muy imaginativo en esta medida y lograr los objetivos marcados sin necesidad de recurrir a acciones incomodas o molestas (¡hay que respetar siempre la legislación laboral!). Es recomendable consensuar estas acciones con el responsable directo del área en cuestión.
- Sanciones: no me gustan, pero a veces pueden ser la única medida efectiva para trasladar a los trabajadores la importancia de cumplir correctamente los protocolos medioambientales. Creo que debemos hacer uso de sanciones cuando han fallado el resto de acciones, es decir, como último recurso.
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