Publicado en: La Gata en el Espacio por La gata en el espacio. Texto original
El amargo sueño se ha esfumado. Si en 2009 el Planeta tuvo una dudosa compañera de cama, la crisis, que se aliaba con la atmósfera para conseguir disminuir las emisiones de CO2, 2011 ha venido rencoroso ha advertirnos que aquello no fue más que una casualidad diabólica. Hemos vuelto a superar todos los límites históricos: hemos expulsado 30,6 gigatoneladas (Gt) de CO2 a la atmósfera (5% más que el anterior bombazo contaminante logrado en 2008, con 29,3 Gt). Son datos recientes de la Agencia Internacional de la Energia.Acabamos de pasar el 22M de las elecciones municipales (y regionales en muchos casos), y sin embargo poco se ha hablado de ciudades. No han sido pocos los políticos que, como Alberto Ruiz-Gallardón (cabeza del PP para Madrid) han revalidado u obtenido presidencias y alcaldías, haciendo campaña exclusivamente nacional, centrada en "la crisis y el desempleo", y alejada de las "aceras" y otras importantísimas temáticas urbanas, como se vanaglorió el alcalde de Madrid en su entrevista de campaña en RNE. No faltó el tono jocoso.
Pues bien, si el 80% de nosotros vive en las ciudades, y el transporte se encuentra el origen del 30% de las emisiones de CO2, está claro que no es asunto para ser tratado con guasa. Por cada litro de gasolina un coche escupe en promedio 2,3 kg de CO2 (2,6 kg, si es gasoil). Teniendo en cuenta todas las fuentes de energía, el Observatorio de la Sostenibilidad en España estima que el nada despreciable 80% del CO2 procede del sector energético (Ver datos). También calcula que cada ciudadano generamos nada menos que 575 kilos de basura cada año. Y así un largo etcétera al que, recapitulemos, contribuimos de forma más que significativa los nueve de cada diez españoles urbanitas que sobrepoblamos las ciudades.
El asunto es claramente municipal.
Puesto la sostenibilidad urbana es el paso fundamental y casi el único con el que podremos llegar a una sostenibilidad global al menos aceptable y el 22M ha pasado de largo, exijamos ahora a los políticos que hablen en tono nacional de qué piensan hacer en nuestras ciudades y barrios. Hablemos de cómo vamos a proteger nuestros espacios naturales, a frenar nuestras emisiones, reducir y reciclar nuestros ingentes residuos. En definitiva, hablemos de cómo vamos a hacer de nuestras ciudades lugares ciudadanos. En todo ello, la ordenación de una movilidad sostenible es un área ineludible en los proyectos de los partidos que se presenten a las elecciones parlamentarias de 2012.
Del mismo modo, y como impulso, y como forma de dejar en evidencia a los políticos que no sepan afrontar un modelo de ciudad habitable para los ciudadanos, dibujar ciudades sostenibles es sin duda uno de los retos más importantes que debe poner en marcha el #15M. A falta demostrada de políticos responsables, cerremos los ciudadanos el #consensodeminimos de ciudades sostenibles.
Una vez esté en marcha, soy de las que aplaudiré al partido político que abrace el #consesodeminimos de ciudades, siempre que lo haga respetando la fuente y autoría ciudadana. Y que lo haga con la condición de que sea un compromiso de carácter vinculante (la vinculación jurídica de los programas electorales con los que se presenten los políticos es otro de los pilares fundamentales para el #consensodeminimos ciudadano).
El componente social de la sostenibilidad de las ciudades hace ineludible un programa sólido de sostenibilidad urbana en el tod@s podamos desarrollar nuestras aspiraciones personales. Y nuestra responsabilidad también es que las ciudades sean ciudadanas también para las próximas generaciones.
Fotografía #15M en Sol/Cé y Eva San Martín
Fotografía de Ruiz-Gallardón es de Chesi, en Flickr
Informe completo de las emisiones globales de Co2 de la Agencia Internacional de la Energia
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