Publicado en: Aventuras y desventuras de un Ambientólogo.com por Emilio Luján. Texto original
Es curioso, pero tengo amigos ambientólogos en casi todas las listas electorales del espectro ideológico de este país. Si tuviese que votar en clave de "amistad" lo tendría difícil, quedaría mal con casi todos.
Tenemos entre manos unas elecciones locales (en Andalucía sólo locales) que es donde se decide la mayoría del bienestar ciudadano de cada uno de nosotros: Farolas, movilidad, parques para llevar a la peque, vivienda digna y asequible, pequeño comercio, participación ciudadana... Pero es difícil separar lo local de lo global, evadirse de la contaminación mediática del dizcurso ZP-Rajoy.
Soy un defensor de listas abiertas en los ayuntamientos. Ahí empezaría la verdadera democracia, en los pequeños pueblos y alcanzaría algún día a otras esferas.
Supongamos que podemos aislarnos y analizar "lo local", no mirar siglas, sino personas.
¿Qué han hecho los que gobiernan por una ciudad realmente sostenible?
¿A qué se ha dedicado la oposición en el Ayuntamiento?
¿Y los partidos que no están representados en el ayuntamiento qué proponen?
¿Y los movimientos sociales? ¿Existen, están despiertos?
Me ocupa y me preocupa el medio ambiente de mi cuidad. Es mi profesión y la de muchos compañeros que si no pueden ejercer es porque primero el desarrollismo y segundo por la crisis. ¿Qué proponen los distintos partidos políticos? En plena era de internet es casi imposibe bajarse un buen programa políticio de unas decenas de páginas para sab er qué piensan hacer.
Vivo en Granada, una ciudad que encanta a muchos visitantes, pero que es insostenible e insufrible por los cuatro costados para los que vivimos aquí. Las bicicletas se oxidan en los trasteros porque nigún ciclista se jugaría la vida con este tráfico. El transporte público no funciona. Encontrar una guardería pública es tan difícil como pasear por una acera amplia. El ruido es insoportable. El ocio alternativo siguw siendo alternativo. La cultura es rancia. Mejor dicho lo rancio es la cultura oficial.
No veo que los actuales gobernantes merezcan mi voto pero la oposición es lametable. El principal candidato opositor es un "paracaidista" del partido que se refugiará en otro cargo político cuando fracase. La Izquierda verdadera está desUnida, con pocas propuestas y apoltronada en el cargo. Fuera de los tres grandes partidos el voto parece inútil e inquietante.
Quedarse en casa el 22 de Mayo es no tener excusa para protestar en los siguientes cuatro años. Hay que ir a votar como sea porque entonces los que ganan son los que nos quieren adormecidos, dóciles e hipotecados.
Tengo que votar en clave ambiental. Así me lo dicen muchos compañeros ambientólogos. Hay que votar por nuestros intereses ambientales, por el empleo verde, por la gestión ambiental municipal. Pero no ese "verde" electoralista que sólo sale a relucir cada 4 años por los políticos profesionales.
Seguro que en tu ciudad hay una lista más verde que otra, que realmente es coherente con lo ecológico, que no es un mero barniz propagandista.
Estoy decidiendo mi voto en este instante, en voz alta. Creo que me convertiré en un garbanzo verde y arrastraré a mi familia a la corriente más verde.
Confiaré en Los verdes de Granada, y seguiré atento el proyecto EQUO. Espero no recibir una nueva decepción. Ningún voto es inútil, lo inútil es quedarse en casa o prestarle tu voz a unos políticos en los que no confías ¿y tú?
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