¿Quieres ahorrar? No muevas el coche

Publicado en: 1/4 de ambiente por Txema CG. Texto original

Un tema que ha vuelto a salir a escena con la reducción de la velocidad máxima en autopistas y el ahorro de 1400 millones de € es el del teletrabajo. Realmente, si queremos ahorrar en emisiones y combustible, la mejor solución no es conducir más despacio sino no mover el coche en absoluto. ¿Por qué en España hay tanto miedo al teletrabajo? Tuve una compañera de piso que estuvo tres meses en casa, teletrabajando, mientras en su empresa hacían reformas en las oficinas. Su productividad en ese tiempo fue mayor que la media anual. A los tres meses volvió a las oficinas.

Mi impresión es que hay dos factores que influyen en poca cultura de teletrabajo que tenemos en España: los empresarios españoles siguen con la antigua mentalidad de trabajadores controlados a su vista y que seguimos trabajando por tiempo en lugar de por tareas. Con el teletrabajo no puedes controlar cuanto tiempo se trabaja pero puede puedes controlar perfectamente si hace el trabajo, si se cumple el objetivo.

En la entrevista a Enrique Meneses que se realizó para “Ciudadanía en red” (no se la pierdan, es fabulosa) hay una parte que no aparece en el montaje final donde él habla de su pasado como editor y cómo la gente a su cargo tenía absoluta libertad de trabajar en un horario u otro mientras cumplieran sus objetivos: si hoy te tienes que quedar hasta las 23 para cerrar, te quedas; si mañana tienes que ir al médico, no me des explicaciones, si has cumplido con tu tarea, ve.

El pasado sábado, Marisol de “Tu Ambiente” decía que no tenía tiempo que dedicarle a las redes sociales porque en su empresa trabajaba ocho horas y tenían unas capadas y otras prohibidas. Yo le pregunté si realmente trabajaba ocho horas y admitió que de media es activa unas seis. Dos horas calentando silla. Pero si se tiene que quedar extras en momentos de gran carga de trabajo, toca quedarse. Otra chica viene todos los días desde Guadalajara a Madrid a gestionar una web. Bueno, yo mismo, si no fuera porque soy un servicio técnico y hay profesores que prefieren el teléfono al correo.

Y el caso contrario, Santiago Molina del ISM me comentaba cómo en su empresa, a los dos años, el empleado ya podía optar por realizar una parte de su trabajo desde casa mientras mantuviera una productividad igual o incluso superior para dar ejemplo de que es algo positivo.

Si solamente un tercio de los trabajadores madrileños teletrabajase dos días a la semana, se ahorrarían 1000 toneladas semanales de NOx. No sé si se ahorraría más o menos de los 1400 millones de € que se prevén con la reducción a 110 km/h, pero tenemos un valor añadido que no tiene esta: la conciliación familiar. Trabajadores más contentos producen más, no hace falta un MBA para darse cuenta. ¿De verdad somos tan estúpidos?

Por cierto: en cualquier país europeo seríamos unos pésimos trabajadores porque allí, al que se queda horas extra, no lo ven como alguien implicado con la empresa, lo ven como un inútil que no ha podido hacer su trabajo en en su horario laboral, ahí lo dejo.

 

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